Uff, no sé como empezar esto pero bueno. . .
¡Hola, soy Joseline Wattpad! Alumna de la UNAT, estaré redactando todo lo vivido en Snackville, un pueblo a las afueras de la ciudad.
Hoy 27 de mayo de 2015 acabo de llegar pero no tengo donde quedarme, bueno, no tenía. Una familia de granjeros no dudaron en recibirme en su posada, al menos hasta terminar el censo.
Los Peacock, sin duda una familia bastante particular. Dos padres, una abuela, dos jóvenes varones y una joven mujer. Pasaré a entrevistarlos.
Comenzaré con el señor y la señora Peacock.
—agradezco la hospitalidad y de haberme dejado hospedarme en este lugar. . . Ehm, Señor Peacock, ¿Me puede recordar su nombre y a que se dedica?— me dirijo al líder evidente de la familia, un hombre alto de al menos dos metros, una complexión robusta y unas manos grandes. Pero con un aura que irradia amabilidad hasta por los poros.
—Soy Joseph Peacock, me dedico principalmente a mi granja, produzco carne de cerdo en masa, ya que no tuve suerte con el maíz jaja. Ella es mi amada esposa Maria Rosette, con la que comparto vida y alma, además de los quehaceres comunes. Mis dos hijos, Robert el mayor y Marcus el menor. La joven es Catie, la novia de mi hijo Robert, lamentablemente es muda. Luego tienes a mi madre, Dolores— me explica el padre de la familia. Ahorrandome tiempo de entrevista.
Observo además a la señora de edad avanzada, no poseía ni brazos ni piernas, reposada sobre una silla de ruedas mirándome fijamente. Por lo cual, le pregunto al hombre de la casa.
—¿Es de mal gusto preguntar que le sucedió a su madre?— dije sin vueltas
—ah... No te preocupes. Mi madre perdió las extremidades hace algunos años, por un tema con su diabetes. Luego de eso, tuvo una especie de trauma muy fuerte y ahora actua como una... ¿Bebé? No lo sé, el doctor no dio muchas explicaciones. Pero igualmente la seguimos amando— dijo algo triste mirando el suelo.
Hubo un silencio prolongado, por lo que tuve que romper el hielo con más preguntas.
—Pude ver que los cerdos están bien alimentados, sin dudas les va bien, ¿No?— pregunto nuevamente a Joseph.
—exactamente, una receta secreta de la familia Peacock los mantiene grandes y fuertes. Además de que siempre les damos una atención especial. Tenerlos contentos es primordial para obtener la mejor carne— detalla el padre.
—Comprendo y... ¿Estamos cerca de la siguiente residencia?— vuelvo a dirigirle la palabra al hombre.
—Claro, saliendo de mi granja tienes una casa donde viven una pareja gay de dos hombres. Michael Jones y Reid Fontaine. Se encargan de vez en cuando de limpiar y alimentar mis chanchos— exclama apuntando hacía la residencia contigua.
Satisfecha con las respuestas que obtuve hasta ahora, recorro un poco la casa.
Es una vivienda medianamente grande, dos baños y cinco habitaciones. Una de los padres, una de la pareja joven, otra del hijo menor, en el segundo piso la de la abuela y por último mi habitación.
Se volvió de noche, luego de una cena ejemplar. Me dirigí a mi habitación para descansar por hoy. Luego de dar varias vueltas en la cama sin poder dormir, me levanté y me dirigí hacia el piso inferior, a tomar un poco de agua.
La habitación de la abuela Dolores estaba abierta, ni me asomé a verla dormir. Bajando me crucé con la habitación de los padres, los escuché hablar, un poco sobre la vida y de que están feliz de recibirme. En la siguiente habitación me encontré otra puerta abierta, era la de Marcus, esta vez me asomé y no había nadie.
Caminé un poco más y escuché unos gemidos secos de mujer, como si algo los estuviera deteniendo. Provenía de la habitación de la pareja joven, era obvio que no querían incomodar al resto de la familia con los sonidos, sólo disfrutan de la juventud.
Terminé llegando al comedor, sobre la mesa había una taza verde humeante, era café, lo distinguía fácilmente por el aroma. Años tomando café para estar despierta por las noches terminando trabajos atrasados, dejan una huella imborrable en mi nariz. Alguien sin duda estaba disfrutando un poco más de la noche.
Luego de tomar un poco de agua fui al baño, pero la puerta estaba cerrada, evidentemente había alguien adentro, estaba ocupado. Supuse que era Marcus, no estaba en su habitación para disfrutar de un café por las noches. Que envidia.
Subí las escaleras y usé el baño de arriba, volví a mi habitación y pude dormir plácidamente.
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Snackville: un pueblo único
Mystery / ThrillerSe trata de una tesis escrita por una alumna de UNAT, un profesor lo publicó al encontrar ciertos detalles inquietantes en el escrito de 10 páginas, luego de hacerlo, se quitó la vida.