street art. hanknow.

302

El moreno movía hábilmente su mano, sosteniendo en ella el frasco de pintura en aerosol que hacía lo que su imaginación dictaba.

De repente, una luz alumbró en su dirección... Delatándolo en el acto.

El chico sin el menor atisbo de nervios, les mostró una sonrisa a los policías que apuntaban en su dirección con la linterna, saliendo de su "reflector", para escapar en la oscuridad de la noche.

Su vida era adrenalina e improvisación. Vivía para hacer arte en lugares visibles y transitados... Sin temor de ser descubierto, porque tenía un ideal artístico que lo llevaba a todas partes.

Los transeúntes de las calles no apartaban sus ojos de cada obra que aparecía repentinamente por Seúl. Fotos, videos, selfies, todo tipo de cosas podían ser producto de lo que hacía mientras la ciudad dormía.... Y por supuesto, eso le encantaba.

— Adivina que mural salió en el periódico esta mañana... — Comenta Felix, caminando con pereza a la cocina.

Jisung lo observaba desde el sofá de la sala, sonriente. Esa clase de sonrisa gatuna que por lo general atraía a las personas, como si se tratara de abejas directo a la miel.

— Adivinaré... Que soy yo. — Se señala a sí mismo, antes de reír. Felix solo asintió con la cabeza, dándole la espalda mientras revisaba el refrigerador.

— Si... — Dice el menor, tomando una jarra de jugo de naranja para servirse un poco. — ¿Sabes lo peligroso que es seguir haciendo eso?, lo que para nosotros pueda parecer arte, allá afuera es vandalismo. 

"Vandalismo"

De solo pensar en esa palabra, el peliazul hizo una mueca y rodó los ojos.

— El mundo funciona al revés, Lixie, lo que yo hago, es para el disfrute de todos. La sociedad hoy en día llama "vandalismo" a todo lo que produce una sonrisa y va contra el sistema grisáceo con el que pintan las calles. Si no está en las reglas — En este caso las leyes — ¿No puede ser valorado como algo beneficioso para ellos?, ¿Incluso si trae respuestas positivas? — Se queja, indignado ante la vida injusta de aquellos artistas que se ven limitados por los bajos recursos... Y que adicional a eso, también deben sufrir las represalias de ponerle color al día de muchos. — Es ridículo.... Tanto como aquellos que tampoco saben apreciar el arte, porque sus mentes cerradas solo les permiten ir a museos a ver manchas de pintura sobre un lienzo, que por estar colgadas allí, ya representan talento "Exquisito".

Felix no pudo evitar reír. Jisung era justo, sincero... Quizá demasiado, pero la pasión con la que intentaba tumbar esquemas era asombrosa.

— Espero que ser idealista no te lleve tras las rejas. Sabes que mamá se la pasa trabajando.— Recalca el castaño, llevándose la taza de jugo a los labios.

— Lix... Mamá nunca está en casa. Para que se enterara de lo que hace su hijo, tendría que venir primero. — Alega el moreno, viendo un punto muerto de la casa. 

La madre de los dos chicos parecía no salir de aquel hospital. Los dos a veces tenían la sensación de que vivía allá, pero no la culparían por querer mantener la casa y cubrir gran parte de los gastos. La amaban, sin importar cuántos turnos tuviera.

— Debes llevarle eso a mamá. — Señala Felix, el envase de comida que guardaba el almuerzo de su madre.

Jisung dio el visto bueno, dándole a entender que lo haría. Su hermano se fue a la hora después de desayunar, directo a su grupo de estudio. Han se dio una ducha de agua caliente para desayunar luego de vestirse, y finalmente partir hacía el hospital a unas calles de casa.