No, No & No.

¿Yo?, ¿Yo tú novia?.

Me desperté tarde.

Levanté mi trasero de la cama y salí de la habitación. Fui al living y me apoyé en la puerta.

-Buenos días. -Dijo alguien a mi oido.-

-Buenos días Peter. -Le sonreí.-

-¿Quieres desayunar?

-Claro. -Fuimos a la cocina y los chicos estaban ahí con cara de dormidos.- ¿Despertaron tarde cómo yo?

-Si, y aún tengo sueño. -Dijo Alex.-

-Oh, flojitos. -Los saludé y tomé mi desayuno. Alan y Hannah no se aparecían.-

-Al es un dormilón. -Dijo Peter.-

-Ni que lo digas. -respondió Josh.-

-Buenos días. -Dijo una morena entrando por la puerta.-

La chica tenía el pelo castaño y ojos azules. Era voluptuosa y de mi misma contextura que yo.

-Buenos días. -Respondí con una sonrisa. Ella me miró y disimuladamente me hizo una mueca.-

-Buenos días Hannah. -dijeron los chicos.- ¿Y Alan? -Preguntó Peter.-

-No lo sé, debe seguir dormido. -La chica se inclinó para sentarse.-

Ella llevaba un pijama de mujer, algo provocador y corto. Desesperada.

-¿Cómo te llamas? -Dijo mirandome.-

-¿No la reconoces? -Preguntó Alex.-

-No. -Dijo ella.-

-Soy Zoe Parker. -dije mirándola.-

-Zoeeeee, no te creo, no te reconocí con ese pijama. Y además estás muy despeinada.

-Desperté recién y dejé mi pijama en casa. -Dije ocultando la verdad.-

-Okay.

Seguimos desayunando y la chica hacía comentarios desagradables hacía mi. No me quería ahí, era obvio.

Alan apareció y a la chica se le iluminó la cara y ante esa reacción la mía se apagó. Me disculpé y fui al baño. Me duché y me vestí con una falda y una blusa que me entregaron antes.

Me miré en el espejo, llevaba una falda blanca y una blusa azul marino con cuentas. Me peiné y salí.

Agradecí a Peter por la ropa y lo abrazé. Luego me separé de el y vimos una película. Hannah estaba al lado de Alan. No se le separaba. Resignada me senté al lado de Josh que hizo la típica maniobra del cine. Bostezó y puso su brazo a mi alrededor.

Lo miré. -¿Encerio?.- Le dije y quité su mano de mi hombro y le sonreí.-

-Bueno, creí que resultaría. -Dijo.-

Así pasamos el día. Entre bromas y comentarios pesados, de parte de Hannah. Luego llegó la noche y me arreglaba para dormir cuando llegó Alan a mi cuarto.

-Zoe, siento lo de Hannah.

-No me importa, no es tu culpa.

-De todas formas lo siento.

-Disculpas aceptadas.

-¿Cómo estás?

-Bien, ¿Y tú?

-Bien. -Me sonrió.-

Estuvimos mirándonos a los ojos hasta que el habló.

-Zoe, te amo. Quiero que seamos novios, te prometo que pronto se lo diremos. ¿Quiéres ser mi novia?.