Capítulo 11

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JHAN.

Estaba afuera de la universidad esperando el bus para ir a casa, y escuché, por alguna razón, el sonido de la moto de Vicent.

—Sube —dijo al estacionarse frente de mí. 

Tome el casco y me subí.

Vi que conducía a director de un centro comercial muy cercano. 

—¿Qué hacemos aquí? —pregunte bajándome de la moto.

—Sé que te gustan las películas de Jurassic y la última está en estreno —expreso sacando el caso de la cabeza.

Sonreí alegre.

—¡Gracias! —exclame abrazándolo. 

—Ven llegaremos tarde —dijo tomándome de la mano.

Y sentí una corriente por mi cuerpo... 

Cuando esa persona me dejó tirado como una basura, pensé que nunca me iba a reparar, y le pedí muchísimo a Dios que me diera fuerzas para continuar, pero él, él me mandó las fuerzas hecha persona y esa persona era Vicent... Y tuve miedo. 

Comenzamos a caminar y Vincent no quitaba su mano sobre la mía, me sentí extraño por qué muchas personas nos miraba, pero iba con él, y me hacía sentir seguro, subimos al cine y entramos a ver la película, el pago todo, aunque quise pagar al menos las palomitas no lo acepto, entramos a la sala de cine y la película comenzó.

¿Y su mano? 

Su mano seguía abrazando la mía.

Su mano era aún más grande la que mía, así que la cubría casi toda.

Y sentí sensaciones nuevas dentro de mí, lo miré a su cara y sus ojos verdes se encontraron con los míos y pude leer un poco de él, pude ver qué me decía "Aquí estoy" "Aquí estaré siempre"

DÍAS DESPUÉS.

Y sin darme cuenta tu nombre ya no estaba tan presente, sin darme cuenta no eras merecedor de mis lágrimas, sin darme cuenta te iba dejando aunque mi corazón te seguía extrañando, pero todo sigue, todo continúa como mi amistad con Vicent.

Si amistad, por qué yo no sabía que sentir o que hacer, dudaba de sus sentimientos, había pasado muchas cosas en mi vida y no había puesto a pensar en lo que pasa en mi alrededor.

¿Cómo Vicent siendo "Hetero" este interesado en mí? Cómo pasamos de vernos en los pasillos a vernos diario, antes ni nos saludábamos ahora, sus buenos días están esperando los míos y aunque mi mente sabía que ese tal vez era el chico correcto, mi estúpido corazón en el fondo no soltaba a aquel deportista. 

Estaba hundido en mis pensamientos, mirando aquel punto fijo me sentía en otra dimensión.

«Jhan»

—Jhan.

Volví a la realidad. 

—Carajo dime si vamos a ir el fin de semana a Medellín?  —expreso Vicent mientras sacaba unas cosas de su armario. 

—Sí... ¿Estás seguro de irnos en moto? —inquirí.

—Totalmente... Quiero cumplir tu un sueño.

—¿Qué sueño? —pregunte confuso. 

—Ya lo sabrás pequeño, ya lo sabrás...

«Pequeño»

¿Por qué cada demostración de cariño me hacía dudar y sudar frío? 

¿Cuándo será el día que mi maldita mente y mi corazón estén conectados? 

Y lo vi, vi su torso desnudo frente a mí, vi su cuerpo delgado, pero marcado, sus pectorales no tonificados pero si perfectos, y una sensación en mi estómago se hizo sentir, mi miraba no se quitaba de su cuerpo y sus ojos se encontraron con míos, esos ojos verdes que hacen perder, como si estuviera en un bosque totalmente hermoso y sentí una leve pero notoria erección.

Apreté mi muslo tratando de canalizar las emociones, por qué rápidamente el pensamiento de esa persona vino a mí. 

«Maldita sea cuando voy a vivir» 

Lo comienzo a odiar a él y a mí, a él por qué lo volví todo, lo volví mi aire y a mí por ser ingenuo y amar a alguien a corazón abierto. 

—¿Todo bien? —pregunto Vicent.

—Sí, estoy muy bien —conteste. 

—Bueno vamos... Ya es la última semana de clases.

Verdad falsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora