Doorahyl [Temporada I-Concluida]

Introducción

La galaxia es tan basta y generosa así pues como una buena madre en su seno alberga especies bastante más antiguas que los humanos, algunas de estas se han extinguido mucho antes que el primer ser humano viera la luz de Amaüril (La estrella que da nombre al sistema de donde es originaria esta raza), por primera vez dejando tras de sí los rastros de sus ciudades y mundos derruidos indicando de esta manera sus efímeras existencias allí donde fueron encontrados. Sin embargo todavía hay un gran número de seres sensibles e inteligentes los cuales aún sobreviven así pues estas son poseedoras de un avance tecnológico y arcano muy superior al de los hijos de la vieja Amaüril Factium, o bien algunas otras, -las más jóvenes-, tienen estadios menos avanzados en una manera tanto cultural como tecnológico.

De esta manera dentro de los brazos de alabastro de la galaxia los cuales se extienden como los de una mujer la cual abraza a sus hijos habitan las dos razas más antiguas del cosmos quienes aun viven en cientos de miles de mundos habitados y que entre ellas poseen poco más de la mitad de los sistemas planetarios de nuestra galaxia una de estas son los elgorth (una raza humanoide originaria del sistema Erlindaen) quienes según ellos fueron sembrados por una deidad llamada Lianvathis en sistemas solares tan alejados unos de otros como diversos. Sus avances científicos y arcanos no tienen parangón entre los hijos de los dioses, su reino controla poco menos de una cuarta parte del espacio habitable. La otra raza quien es tanto o más antigua que ellos son los drakeriones (Ellos nacieron en el quinto mundo del sistema Smarlirion, denominados drakor por los elgorth), y aunque en muchas veces han combatido codo a codo con invasores venidos allende la galaxia o fuera de esta dimensión incluso, los hijos de Lianvathis no los tienen en muy buena estima, sin embargo esto tiene sin cuidado a las criaturas de Ytrin, -la deidad creadora de los drakeriones-, su imperio es de casi un treinta por ciento de los sistemas aptos para la vida, muy a diferencia de los reclusivos elgorth, los drakor si permiten entrar naves de comercio a su espacio controlado e incluso aceptan miembros de otras especies menos desarrolladas en sus universidades para discusiones de cualquier índole.

De estas razas la más belicosa y noble es la drakerión debido a los intereses que posee en cualquier cantidad de mundos de los espacios habitados por las otras especies con las cuales sostiene un sin número de tratados de intercambio y cooperación militar, económica y científica.