Despertó en su cama con el sonido de las manecillas del reloj.
Eran las doce del día del catorce de agosto.
Vaya sueño había tenido la noche anterior.
Se levantó y salió de su habitación, sin notar una copia pálida de si mismo que sonreía con eviden...
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Eran las doce treinta del quince de agosto, un caluroso día de verano en ciudad Ninjago.
Era un día hermoso, y sería una pena desperdiciarlo encerrado en su casa.
No era muy usual en él querer pasar el día fuera de casa, debido a la usual hostilidad de los habitantes de la ciudad hacia su persona, prefería mil veces pasarla encerrado en su casa.
Pero quien sabe que se le había metido ese día, por eso en cuanto le llegó el mensaje de Kai invitándolo a pasar un rato en el parque, inmediatamente respondió que lo vería ahí.
Estuvieron caminando por las zonas en las que casi no se encontraba gente, preferían evitar tener que lidiar con comentarios despectivos aquel día, estaban de buen humor, era un día lindo.
Literalmente nada podía salir mal.
Ambos llegaron a la zona de juegos infantiles, y aprovechando que los columpios se encontraban vacíos, decidieron tomar asiento en ellos.
—la verdad, no soy muy fanático de los días calurosos —confesó el de chaqueta roja.
—¿al ninja de fuego no le gusta el calor? —preguntó sonriéndole con ironía.
Kai se limitó a permitir que una leve risa brotara de su garganta.
De pronto, un minino negro apareció y saltó sobre el regazo del Smith, quien se limitó a acariciarlo suavemente.
—¿Entonces por qué quisiste salir?
—bueno, tenía la sensación de que hoy iba a ser un buen día —respondió sonriendo, el rubio se limitó a regresarle el gesto.
De pronto, el gato saltó del regazo de Kai, quien se levantó inmediatamente para ir tras el.
Lloyd vio como ambos se acercaban a la orilla de la banqueta, y giró la cabeza hacia el semáforo para verificar que fuera seguro para su amigo.
Pero en menos de un parpadeo el color cambió.
Se levantó de un salto y avanzó a zancadas hasta la orilla, intentando detener al de rojo.
—¡KAI!
Todo sucedió tan rápido que su mente captó por pedazos lo sucedido, el rechinar de las llantas y el sonido del golpe, de los huesos crujiendo, el grito que se escuchó. Su tacto tardó en comprender que lo que sintió no fue una ráfaga de aire sino el salpicar de la sangre en su rostro y ropa.
Su corazón latía desbocado mientras sentía como estaba a punto de vomitar ante la imagen frente a sí.
El camión había pasado sobre su amigo, dejándolo evidentemente destrozado y dejando el pavimento manchado de rojo.
El olor de la sangre, el ambiente caluroso y húmedo del parque inundaban sus fosas nasales.
La gente se aglomero en la zona del accidente.
—lo empujó.
—es malvado como su padre.
Pero eso no había sucedido, sus ojos se llenaron de lágrimas, sintió una presión sobre su pecho y de pronto los bordes de su campo de visión comenzaron a oscurecerse.
No sabía si se trataba de un golpe de calor o un ataque de pánico.
Pero juró que había visto una versión más pálida de si mismo, sonriendole.
—¿Te divertiste? —lo escuchó preguntar.
Su copia dejó salir una risa.
Y el mundo se le desvaneció.
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pERDONENME NO ME AGUANTÉ.
Tenía ganas de escribir de esta canción, y tras batallar por elegir el ship, aquí estamos.
No me está quedando nada mal.
Jsjsjsjs los que estaban esperando cap de otro fic me tendrán que disculpar pero mis impulsos me derrotaron. La vida solo es una y se tiene que vivir, el que tenga miedo de vivir mejor ni nazca.
En fin, espero les haya gustado, nos leemos luego, cuídense, tomen agüita, nos leemos luego, bai.
