ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 3

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Se sentía observado

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Se sentía observado.

Es decir, él no era popular como en esas novelas juveniles, pero era relativamente conocido ya que es el capitán de uno de los equipos de la universidad, como todos los capitanes que eran conocidos como tales, pero incluso así se sentía extrañamente observado. Christopher miró a sus costados, realmente nadie le prestaba atención, pero era como si lo hicieran en secreto, o quizás estaba siendo paranoico a causa del pequeño problema en que se había metido él solito.

¿Pimentel habrá dicho algo? No, probablemente no, habían pasado dos semanas y media, si Joel hubiese abierto la boca todo el campus le estaría señalando y cuestionándole si era verdad. En especial los miembros de su equipo, pero nadie parecía enterado de nada. Todos estaban en sus propios asuntos, en sus propios problemas, nadie velaba por los chismes de otros. Eso debió relajarle al menos un poco, pero lo cierto era que seguía igual de rígido. No podía evitar sentirse nervioso y ponerse alerta, era como si estuviera volviéndose loco. Quizás si averiguaba con Joel se sentiría más tranquilo, pero debía buscarlo después de los entrenamientos de fútbol, que ciertamente no tenía ni una puta idea de cuándo se suponía que terminaban.

— ¿No es un poco molesto? — la voz de uno de sus amigos y compañero de equipo se escuchó a su costado, junto al saludo de su mejor amigo, quien iba al lado del chino.

Dong Bao, o mejor conocido coloquialmente como Bao, un chico de intercambio desde china y también uno de sus mejores nadadores de estilo braza. No era demasiado alto y tenía la piel bronceada, el cabello castaño y lacio, los ojos rasgados y grandes, una mandíbula jodidamente marcada y cuadrada; era muy atractivo en realidad. Pero era un poco, muy, idiota a veces.

— ¿De qué hablas? — el pelinegro cuestionó confundido, mirándole con las cejas fruncidas.

Erick Colón, además de ser su mejor amigo, también es uno de los mejores nadadores de estilo libre en el equipo. Erick era más bajo que él por cuatro centímetros con punto cinco milímetros (como siempre iba recalcando), tenía el cabello oscuro y corto que armonizaba con el color no muy claro en su piel. Sus labios llamaban la atención, carnosos y rojizos todo el tiempo por la cantidad de dulces pigmentados que comía; tenía una nariz pequeña y abotonada, sus ojos verdes y medianos. Tenía un pequeñísimo y poco visible lunar en la frente, otro muy pequeño cerca del pómulo derecho que era bonito y unas características comisuras que se asomaban cada vez que sonreía. Sobraba decir que era bastante guapo también, porque era muy evidente que lo era.

Ambos chicos estaban usando las camperas deportivas del equipo, las cuales eran oscuras con dos franjas plateadas a los costados del cuello alto y en el final de la manga larga, con el logo de la universidad al costado izquierdo de tamaño mediano, también con un par de pantalones sueltos del mismo diseño. Al igual que Christopher, llevaban sus bolsos rodeándole uno de sus hombros, colgando a un costado de la cadera, pues sus prácticas comenzaban dentro de poco. Y el entrenador seguía molesto, por lo que no les convenía llegar muy tarde —aunque en realidad todavía faltaban veinte minutos.

Kiss Me Like Nobody's Watching || VirgatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora