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Una semana después...
Jennie's POV
—Ten hija—sonreí al ver mi comida favorita—. Espero que te guste.
—Gracias mamá—dije dándole un beso en la mejilla.
—Mañana tenemos que ir a misa—Jennie asintió ante la indicación de su papá, ella enredo el espagueti en el tenedor para después llevárselo a la boca, con su cuchillo corto un trozo de la pechuga rellenada y también la llevó a su boca—. ¿Estas bien?—preguntó al verme llevar mi mano a la boca, hice un mueca para después correr hacia el baño y depositar mi desayuno y ahora parte de mi almuerzo.
—¿Qué pasó hija?—preguntó mi mamá llegando a mi lado para tomar mi cabello.
—No lo sé, me dolió el estómago—dije poniéndome de pie para lavar mi boca, tomé mi cepillo de dientes para poder lavarlos.
—Tal vez te cayó mal el desayuno—asentí mirándola por el espejo—. Es mejor que no comas nada por ahora, ¿esta bien?
—Sí mamá—dije enjuagando mi boca, ella salió del baño dejándome sola, caminé hacia mi habitación y me recosté tomando mi laptop justo cuando mi celular comenzó a sonar—. ¿Bueno?
—¡Jennie! ¿Lista para esta noche?—pregunté Rosé al otro lado de la línea, solté un suspiro ingresando a Netflix.
—Paso, no quiero salir esta noche—dije buscando alguna buena película—. Estoy indispuesta.
—¿Te sientes bien? Tú nunca rechazas una buena fiesta—dijo riendo pero sabía que también estaba preocupada.
—Estoy bien, solo que el desayuno me cayó mal—respondí encontrando la película perfecta—. ¿Te veo después?
—Claro, que te mejores, te quiero—sonreí diciéndole que también la quería para después terminar la llamada.
Dos semanas después...
—Dios—solté antes de correr de nuevo al baño para depositar lo que había cenado la noche anterior, negué bajándole al baño para ver como ni cena se iba por el resumidero—. Necesito ir a consultar—me dije abriendo la llave para lavarme los dientes.
—¡Hola!—miré por el pasillo para encontrarme a Nayeon y a Irene invadiendo mi casa—. Venimos para ver como estas—lave mi boca para poder responder.
—¿Sigues mal?—asentí caminando hacia mi habitación con ellas siguiéndome—. ¿Por qué no has ido a consultar? Ya van tres semanas que ni sales porque estás indispuesta, te extrañamos—rodé los ojos ante la exageración de Nayeon.
—No he ido al doctor porque son malestares que van y vienen—dije recostándome en la cama.
—¿Malestares que van y vienen? ¿Cómo es eso?—preguntó Irene confundida.
