No sé cuántos minutos el silencio inundó el lugar, probablemente no mucho, inhalé hondo y traté de hablar de mis intereses con el (los cuales son relativamente pocos).
Poco a poco me comencé a soltar con él y expresarme aún más a pesar de que me costaba hacerlo, él mantenía una sonrisa cálida en el rostro y una mirada atenta que me hacía saber que escuchaba cada palabra que salía de mí boca. Estoy seguro de que llego un punto en el que él se reía de comentarios sarcásticos que realizaba, opinaba positivamente y tenía cierto humor característico que me hizo sonreír y algunas veces reír entre dientes.-¿Enserio? No sabía que Iguro era capaz de hacer eso, aunque suena algo desagradable.-mencionó el.
-¡Lo sé! Y realmente lo fue, más para mí que tuve que ser un amigo ejemplar y llevarlo al baño, aún no puedo creer que haya bebido eso solo por 50 yenes... ¡El vomitó más de una vez en el baño del restaurante!
Lo vi tapar su boca y ocultar una risita, aunque tenía una cara de cierto asco, pero no podía culparlo, era una experiencia algo graciosa de contar pero desagradable de recordar, en especial si fuiste parte de ella, como yo.
-¿Sabes algo? Tu sonrisa natural es muy adorable, no sueles sonreír con frecuencia pero hay pocas veces en las que puedo apreciar esa fracción de segundos en los que todo el lugar se ilumina con tu bella sonrisa...-El confesó.
Sentí mi rostro arder. No recordaba la última vez que alguien había halagado mi sonrisa, no era la más reluciente del mundo pero él me hacía sentir como si lo fuera, como si fuera especial. Había escuchado que hay personas que tienen la habilidad de decir todo lo que uno quiere escuchar sin sentirte acosado, el la tenía. Su forma de dirigirse hacia mí era románticamente absurda, pero agradable.
-¿De verdad crees eso...?-Cuestioné.
-No tendría porque mentirte.- Me sonrió cálidamente y sentí su mano en la mía, sus intenciones eran tomarme de la mano sin que me diera cuenta de ello, aunque era imposible no hacerlo.
No sería tan cobarde como para rechazar esta nueva oportunidad, tome su mano firmemente y baje la mirada, no sabía cuál era su reacción y tenía miedo de ver una de desagrado o enojo así que preferí mirar nuestras manos entrelazadas.
-Sanemi... desearía que fueras honesto conmigo en la pregunta que te haré. ¿Te gustó?-El preguntó.
Honesto. Si fuera honesto con el, le diría que me encanta más que los días ventosos, que en cada sueño el es el protagonista de cada historia lujuriosa que pasa por mi mente al despertar cada mañana. Si fuera honesto con el, le confesaría que hace meses lo miro desde lejos esperando que nuestras miradas se crucen casualmente, observando como su piel reluce ante los rayos del sol. Si fuera honesto, mis sentimientos no serían un secreto, sería una verdad asimilada por el.
Probablemente nunca sabrás cómo me siento realmente y estoy agradecido por ello aunque suene ridículo, tal vez nunca tenga el valor suficiente para decirte lo mucho que te estimo,más de lo que un amigo debería hacer hacia otro y tal vez, solo tal vez...en tu mirada encontraré los amaneceres más resplandecientes.
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El calor de tus caricias
Fanfiction¿Cómo se expresan los sentimientos correspondidos? ¿Es tan complicado como los rechazados? Sanemi Shinazugawa ha estado enamorado de un Pilar durante muchos años, todo este tiempo estuvo anhelando por él, amándolo y admirándolo como la...