Capítulo 3

124 13 6
                                    

No puedo creer que lo tenga delante. Que esté aquí, con migo, en medio de un pasillo, mirandome fijamente a los ojos y sujetandome la cintura impidiendo que caiga al suelo.
Después de unos segundos en silencio me suelta y me mira divertido.
- Niña! Pero mira por donde vas que si no llego a estar yo, te matas!
- yo en cambio aun estoy en shock y tardo un poco más en conseguir articular palabra- En realidad, si no hubieras estado tú, no me hubiera chocado con nadie.- consigo pronunciar esas palabras en apenas un susurro y cuando lo hago me golpeo mentalmente al darme cuenta de la gran tonteria que acabo de decir.
Él estalla en carcajadas y yo lo miro como si estubiera loco. La verdad es que pensaba que le iba a molestar ese comentario. Cuando porfin logra tranquilizarse, me mira y sonríe levemente.
- Cierto, pero si no llego a estar aquí no hubiera podido conocer a una chica tan guapa.
Me ruborizo. Por la cara que pone algo me dice que sabia que lo haria. De verdad sabe como ponerme nerviosa.
- Y dime ¿Cómo se llama la chica mas guapa todo el hotel?
- Pues no lo sé, no la conozco- sinceramente no se de donde he sacado las fuerzas para pronunciar esto- cuando te aprendas su nombre vienes y me lo cuentas.- le sonrío, me encanta este juego.
Se acerca un poco más a mí y me pone un mechón de pelo detrás de la oreja.
- Es que hay un problema...- dice cambiando totalmente de apariencia. A pasado a estar divertido y travieso a triste y decepcionado. Lo cual hace que yo entre en pánico.
- ¿Cual? - no me doy cuenta de lo desesperada que he sonado hasta que vuelve a mirarme con la misma expresión divertida de antes.
- Pues que si no me dice su nombre ¿Cómo la buscare después de cenar, cuando todos se hayan ido a dormir, para dar una vuelta y que me cuente sobre ella?
¡¿QUÉ?! Espera, espera, espera ¿acaba de decirme que quiere conocerme? Es lo que me ha dicho en pocas palabras ¿no?
- Pues yo creo que deberias currartelo. Seguro que si te esfuerzas un poco te dira su nombre porque -me acerco a el- te voy a decir un secreto- susurro mientras me acerco aún más y coloco mis labios sobre su oreja- la tienes loquita.
Dicho esto le rodeo y sigo por el camino que habia tomado antes de que él apareciera, ahora con mucha mas prisa que antes ya que el estomago me arde a más no poder. Y, ¿Cómo no? Si acabo de estar a centrímetros del mismísimo Daniel Oviedo.

-----------------------------------------------------------------

Bueno chic@s aqui otro capi. Siento no haber podido subir en estos dias esq he estado super agoviada. El martes o mañana sigo.
Un beso bbs
No os olvideis de votar y comentar que os parece.

La distancia no perdona (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora