La hermosa mujer rubia frente a Spider-Man hizo que la lujuria ardiera en los ojos del lanzador de telarañas. Starlight, o Annie, como supo que era su verdadero nombre, jadeó cuando sus hábiles manos se movieron sobre su cuerpo. Esos deliciosos muslos merecÃan una atención extra.
"QuÃtate la máscara para que pueda ver tu hermoso rostro", le rogó Annie. "Por favor, Pedro".
Annie lo rodeó con sus brazos y lo besó con una mirada tentadora en sus ojos. El lanzador de telarañas pasó los dedos por el costado de su pierna y hacia su entrepierna. Annie estaba mojada y cada vez más mojada. Especialmente gracias al bulto de Spider-Man presionando contra la parte interna de su muslo. Esto disparó a esta impresionante zorra. Spider-Man movió sus manos para palpar más y más su cuerpo.
"Vamos a un lugar un poco más privado primero antes de que perdamos más ropa".
SÃ, porque Annie habÃa estado en el proceso de pescar la polla de Spider-Man fuera de sus pantalones. El rostro de Starlight se iluminó de alegrÃa con Spider-Man empujando la habitación más cercana. Uno no necesitaba una súper audición para escuchar los latidos de su corazón.
Se quitó la máscara y Peter Parker se enfrentó a Annie January. Annie sonrió y empujó a Peter hacia adentro. Los dos entraron en una sesión de besos humeante entre ellos. Todo lo que Annie pensaba sobre el control habÃa sido probado, cuando Spider-Man pasó una mano por su cuerpo. Él tomó su culo y lo apretó con fuerza.
Lentamente, Peter retiró a Annie y expuso su delicioso cuerpo. La mujer rubia se super acostó en la cama, con las piernas abiertas para Peter. Su coño rosado perfecto, sin pelo, brillaba y llamaba a Spider-Man. El lanzador de telarañas aceptó los cargos. Se zambulló entre las piernas de Annie y comenzó a masticar los labios de su coño reluciente. Annie dejó escapar un grito ahogado de hambre cuando Spider-Man se abalanzó sobre ella.
"¡SÃ!"
Los ojos de Annie se iluminaron y brillaron intensamente. El hombre de sus sueños tenÃa la cara entre sus piernas y le comÃa el coño. Y a Annie le encantó cada minuto. Cerró los ojos y dejó escapar un grito. Peter se inclinó y besó todos sus muslos antes de volver a meterse entre sus muslos.
La dulce y cálida miel que rezumaba de Annie animó a Peter a profundizar más en ella. Peter se inclinó hacia ella y metió la lengua dentro y fuera entre sus labios calientes. Annie empujó sus caderas hacia arriba y guió más de Peter hacia su cálido coño desde arriba.
"¡P-Peter!" Annie jadeó. "¡Justo ahÃ! ¡Oooh, eres irreal! ¡No puedo creer lo bien que se siente! Solo sigue haciéndolo. No te detengas, pase lo que pase".
Annie inclinó la cabeza hacia atrás y gritó. El brillo que emanaba de su cuerpo se intensificó cuando Peter enterró su rostro en el de ella y lamió los jugos. Alcanzó otro pico.
Cada zambullida, cada pico, cada flujo, permitÃa a Peter hundir su lengua en el quim caliente de Annie y darse un festÃn con sus ingles. Esos jugos rezumaron en su boca. Peter lamió la miel y bebió del lÃquido caliente de Annie. Su coño rezumaba rápidamente y Peter la terminó con un orgasmo.
Annie se disparó justo sobre su cara, estaba caliente por decir lo menos. Peter se abalanzó sobre ella. PodÃa iluminar la habitación con la forma en que brillaba en este momento. A Annie le tomó unos segundos recuperar el aliento y volver a marcarlo una buena cantidad de tiempo.