Volví a la orilla del más en las playas de Corea, cuando salí del agua todos me miraron con asombro, con mi cabello quemado del plomo, no entiendo porque...porque me salvaron esos malditos rusos,
-(volviste)- dijo el hombre gordo mientras llegaba a el, incline mi cabeza y sentí mi cuerpo frío, el gordo rio y se hizo a un lado, haciéndome conocer a un hombre elegante Lucia extraño, elegante, no era gordo como Kim, pero tenía en su anillo una R porque siento que ya lo conocía,
- (el ahora es tu amo, este será tu madriguera bestia y aquí te sanaras, y te recuperarás te haras de todo lo que necesites ya que probaste tu lealtad y eres lo que el buscaba)- el hombre se inclino ante mi, y extendió su mano, Kim solo se hecho a reír, mientras que el hombre me miraba con esos ojos de eres mía, me levanté y lo seguí el se metió al bunquer, se sentó mientras serraban las puertas a mis espaldas poniendo el lugar oscuro, hizo que me sentará, no tuve oportunidad de reacción, que mierda...
-interesante, no tienes comillos cómo lo dictaba la biblia, ¿Que tal si hacemos que salgan? Bruck- llamando a uno de sus sirvientes musculosos, mientras se me acercaba con unas pinzas, me arranco los dientes, mientras gritaba de dolor, y lloraba de impotencia, hasta que me arraco todos los tientes duraron almenos 45 horas o quizás más, no quería hablar me dolía la boca, el señor se volvió a acercar esta vez me miró el cabello y lo enrredo entre su dedo, la mandíbula me temblaba de miedo, me hizo recordar esos días, esos días que...se ven tan lejanos, no voy a olvidarte, todos esos recuerdos me inundaron cómo agua helada, el cómo me tocaba con tanta sutileza cómo un pequeño ciervo, todo mientras me arrastraba del cabello, y me ataba a cadenas en las muñecas, lo veía a el, sigo escuchándolo, sigo escuchando ese te amo que tanto me encantaba escuchar, mi verdugo de nuevo...
-lindo cabello sabes, dicen que puede brillar como la luz divina del sol, que mal que hace mucho esa luz se extinguió, ¿Verdad?, Que tal si hacemos un honor a ese sol naciente- me tomo del cabello y con una daga, me rapo había veces en que me cortaba trozos de mi cabeza porque no puedo sanarme...ayúdame dios...por favor sálvame, no podía parará de gritar grite hasta que me desmalle,
-ah justo cuando había acabado, maldita perra te dije que no te dejaría vivir tranquila- escuché su sucia voz, eso putos días...cuando era débil habían vuelto, cuando volví a despertar estaba en una tienda militar, aún en Corea y el día estaba tan nublado que no paraba de llover, y aún así como un soldado me presenté, me pusieron con ese grandullon, pelee cómo me enseñaron ellos, pero todo entrenamiento era en vano incluso lo que yo sabía no servía de nada, no paraba de sangrar sabía que en un paso en falso y... Estaba en un baño de agua helada, con mis eridas ya sanadas, y sicatrizadas, y el esperándome, tocandome...
-¿Quieres seguir jugando?- así dure hasta que mi mente solo me dejó en blanco, y mis habilidades de combate se hicieron superiores, y mente se serró, cualquier tortura que me hicieran ya no gritaría, porque mi voz a Sido callada, mis ojos se hundieron y se hicieron pequeños, creo que el infierno es pequeño para aló que e sufrido, aún recuerdo eso que metio mi cosa dentro de mi, era un animal vivo creo que era un paracito gigante, y salió por mi boca o cuando bombeo agua por mi cuerpo, hasta sacarme toda la que resedia en mi, no pude caminar al menos por tres meses pero eso no era impedimento para seguir torturandome me arranco las uñas una por una, me golpeó hasta que se canso, rompiéndome la mandíbula por eso tengo que usar este bozal, casi me saca los ojos a golpes me rompió el cráneo un par de veces, me rompió las costillas, las manos, los pies, y le sorprende que aún siga con vida, maldito no soy cualquier cosa, todo en ese bunquer, me castigo con latigazos, me pico los dedos con agujas, metió animales a mi boca, hizo que perros me mordieran, y me arrancarán parte de mi cuerpo, no comía en almenos 3 días y eso si se acordaba, tenía miedo de dormir, porque no sabía si estaba mal, me dolía el cuerpo al respirar, y más porque los baños de agua helada ya no funcionaban, así fue durante 3 malditos años, hasta que...