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"El amor es efímero, hasta el amor duele"

En una casa grande estilo japonesa estaba una rubia de cabello corto con un flequillo cubriendo la mitad de su rostro, sus ojos verdes observaban con tristeza y a la ves dolor a quien menos se esperaba ver después de tanto tiempo.

"Perdoneme, Perdoneme señora Haruno, se lo suplico!" - Estaba arrodillado un azabache de cabello largo que tapaba la mitad de su rostro.

La señora sólo lo observaba arrodillado en la entrada de su casa mientras suplicaba perdón, la señora tenía los ojos envueltos en lágrimas, pero su rostro no demostraba nada. No sentía nada más que dolor y tristeza, la tristeza de una madre que perdió a su hija hace 10 años y vive con él dolor que siente toda madre al perder a sus hijos. Pero siente más dolor de que haya sido su hija quien perdió la vida a manos del traidor de la aldea, a manos del hombre que su hija amaba con el corazón.

Recordaba como siempre su hija lloraba en su habitación cada noche desde que el Uchiha había decidido traicionar a Konoha y desertar de la aldea. Como esa noche ella llegó llorando a los brazos de su padre quien la cubrió en su manto paternal y consoló en su dolor. Como ella como madre lloro al ver el destrozado corazón de su hija, como sus hermosos ojos jades y él brillo de ellos se iba apagando cada día que pasaba. Todo por la ausencia de Sasuke.

Su hija dejó de comer y dormir por un tiempo hasta que con ayuda de sus amigos pudieron sacarla de a poco en esa depresión que la estaba consumiendo, la vio llorar desconsolada cuando le contó que el intento matarla dos veces en el puente cuando se encontró con el. Ella lloraba, despertaba gritando cada noche por las pesadillas tocando su cuello y pecho con desesperación, ella estaba ahí para calmarla y consolarla.

Siempre respeto los sentimientos de su hija por que sabia que él primer amor jamás se olvidaría y el amor llega así, no se puede evitar y es difícil y casi imposible arrancar ese sentimiento del pecho y corazón. Ella vivía amando a su Kizashi que le fue arrebatado por una enfermedad, pero era un hombre que la había amado hasta el último día de sus vidas, que su última noche le hizo el amor como muestra de su amor inmortal hacia la rubia de ojos verdes, como en sus últimas palabras le declaró su amor inmortal y que en otra vida la estaría esperando y como le agradecía a Kami-sama haberle dado una hija y que esa hija fuera del producto de amor infinito que ambos se tenían.

Nunca crítico ni le reprochó a su hija haberse enamorado de un criminal, de alguien que había intentado matarla, sabía que el pequeño Uchiha tenía motivos de sobra para buscar venganza o el dolor que habitaba en su corazón. Pará ella tampoco fue fácil haber perdido a sus mejores amigos en esa masacre a manos de Itachi Uchiha, vio como Kizashi lloro en la tumba de su mejor amigo el esposo de Mikoto, ambos lloraban por las muertes de sus amigos de academia y que compartieron tantos momentos divertidos y donde eran inseparables. Más cuando años anteriores sus amigos Minato y Kushina habían muerto sacrificandose por su hijo rubio. Era doloroso perder a quienes amabas por eso tal ves lograba entender el accionar del eterno amor de su hija Sakura.

Recordaba lo que una ves le dijo Mikoto al tener a Sasuke y Sakura juntos, observando cómo ambos jugaban en aquel parque como ambos pequeños inocentes se veían a los ojos con ese brillo único, como sin darse cuenta tomaban sus manos y el mundo parecía detenerse entre ellos. Como el pequeño Sasuke avergonzado con su rostro sonrojado por la vergüenza de haber abrazado a la niña que le gusta dijo las palabras a su madre que hicieron saber que su hija y el hijo de su amiga estaban destinados a estar juntos.

"Sakura será una Uchiha, por que algún día le crecerá el cabello como a ti mamá y será tan bonita o mas bonita como tu!" - le dijo el pequeño Sasuke a su madre mientras la pelirosa estaba más roja que un tomate y escondida detrás de su mamá.

𝗚𝗹𝗼𝗼𝗺𝗶𝗻𝗲𝘀𝘀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora