07.

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"Los errores del pasado siempre pesan. Pesan por la ley de la línea delgada de un equilibrio entre que es correcto e incorrecto"

Seiren estaba preparando lo que necesitaba para el ritual, notaba cómo el tiempo se agotaba y debían hacerlo rápido. Tomó una veladora que tendría que tener Sasuke en todo lo que dure el ritual, cuando estaba por tomarla noto como su mano traspaso el metal que sostenía la vela. El tiempo se agotaba y debían actuar rápido.

En cuanto diera la medianoche debían comenzar, vio como Indra la observaba desde una esquina, el también se dio cuenta. Noto su rostro serio y estoico pero sabía que el hombre por dentro era todo un caos, se acercó a él y con su mano izquierda acaricio su mejilla. Cuando estaba por retirarla, el castaño puso la suya sobre la de ella en una acción de no quitar su mano de su piel.

"Si hubiera elegido evitar este destino que nos condenó, lo haría sin dudarlo" - le dijo viéndola a los ojos con arrepentimiento en su mirada, eso enternecio a la mujer.

"El antes no existe, lo que importa es el ahora, almenos.. No me has dejado vagar sola todo este tiempo." - le respondió la pelirosa sonriendole con su mirada compasiva, algo que sólo le dedicaba a él.

Indra sonrió de lado y juntos caminaron hasta el salón donde el azabache aún abrazaba el cuerpo de Sakura y no dejaba de verla. No se dio cuenta de la precensia de los mayores pues no le daba importancia a su alrededor, ella estaba ahí con el y era lo único que le importa. Ella y él como siempre debió ser.

"Vamos a comenzar" - Le dijo Seiren haciendo que el Uchiha la viese. Ya sabía que significa. Debía darle su Rinnegan.

"Te quitaré tu ojo izquierdo, es necesario para que esto funcione, un sacrifico de tu parte. Das tu poder por traerla de vuelta a ella." - Le dijo Seiren y Indra solo asintió. Sasuke dejó que la mujer se acerque, Seiren de forma rápida antes de que el azabache aparte la mirada, tomó su rostro y arrancó su ojo izquierdo.

El azabache grito de dolor, la sangre enseguida brotó de su cuenca ahora hacia y el dolor era punzante, su mano cubrió su rostro en un intento de calmar el dolor, la sangre manchaba su rostro y un poco de ella a Sakura en sus brazos. Con el dolor que sentía se dio cuenta de eso y no quería que ella se manche de su sangre, la cubrió para evitar que la sangre cayera en ella. Se quejaba del dolor cuando sintió un alivio a su malestar. Una luz color azul de la palma de Seiren cubría al azabache en donde tenía que estar su ojo. Pronto cerró la herida y la sangre dejó de brotar con ello el dolor.

Sasuke se sintió relajado y el dolor había desaparecido, se palmo el rostro y sentía la falta de su ojo, ahora sólo podía ver con su ojo derecho. No sólo había perdido un brazo si no que le faltaba un ojo, otro precio más para pagar sus pecados y con ello traer de vuelta a Sakura.

Indra por un momento sintió un escalofrío al ver la manera fría y sin compasión de Seiren al literalmente arrancarle su ojo a su transmigracion. Sabía que esa mujer era fría y despiadada cuando lo requería pero aún así le sorprendía y siempre le causaba temor.

Seiren le pidió a Sasuke que dejara a Sakura en la vitrina de vidrio, pues se agotaba el tiempo, Sasuke hizo caso y la dejó ahí no sin antes besar su frente y apretar su mano rogando que eso funcione y la pérdida de su ojo no fuera en vano. Con pesar se alejo del cuerpo de su amada pues debía dejar que Seiren continue con el ritual.

Indra se posicionó a un lado de Seiren en cuanto la pelirosa abrió sus ojos y empezó a recitar unas palabras que no entendía el Uchiha mucho menos el Otsutsuki, la pelirosa mayor con un sello de una mano recitaba palabras de un pergamino que ella misma había aprendido. Sintieron cómo el suelo empezó a fruncir grietas qué tenían un tono azul, la luna iluminaba el cuerpo de la pelirosa. Indra tomó un kunai y corto su mano derecha tomando la mano de Seiren cortando su mano izquierda.

La sangre brotaba y caia el suelo manchando en el proceso pero seguía un camino hasta el cuerpo de la pelirosa donde las flores se volvieron rojo carmesí y envolvieron a la pelirosa aún dormida. El rinnegan del uchiha que estaba sobre el pergamino pronto emitía una luz morada que envolvió a los Otsutsukis y al Uchiha atrayendo a la pelirosa. Cuando Seiren dio un grito que se escucho en todo el templo una luz azul de tono fuerte iluminó todo el gran salón cegando al azabache que vio como el cuerpo de la pelirosa convulsionaba. Sasuke quiso acercarse para ayudarla pero Seiren le grito que no se acercara. Cuando la luz dejó de envolverlos vieron todo a lo normalidad.

Sasuke se acercó de prisa al cuerpo de Sakura, ahora las flores ya no estaban, Seiren le dijo que tomará las manos de Sakura y dentro de su corazón, el tiempo se agota y no les queda energía.

Sasuke tomó las manos de Sakura mientras las apretaba con fuerza, el deseo de su corazón? cuanto más deseos debía pedir? le rogaba todas las noches a los dioses que la dejaran verla una ves más, que se la devolvieran, rogaba todas las noches que alguien acabará con su miserable vida por que solo quería ir tras ella. Como anhelaba todas las noches el perdón de ella, una mirada de ella y un abrazo de ella. Sentía las lágrimas correr, no quería vivir más un mundo sin ella. El mundo no tenía color, era gris, se movía lento, el aire le asfixiaba por que no estaba ella.

El deseo de su corazón siempre será tenerla a su lado, verla vivir, verla correr por los bosques y verla despertar cada mañana de su vida, sobre todo.. verla sonreír una ves más.

Vio como una luz rosa los envolvía, sorprendido observó como los ojos de sakura se abrían poco a poco y está lo miraba con brillo, la luz terminó por envolverlos y Sakura abrió los ojos de golpe. Lo miró sorprendida y él estaba quieto, no se movía, las lágrimas eran más profundas, caían como cascadas de sus cuencas y sentía el mundo detenerse.

Sakura poco a poco se enderezó y abrió sus brazos. Lo miró con una sonrisa, esa sonrisa.. La sonrisa que ella siempre le dedicaba a él.

La pelirosa sabía que el aún no creía lo que veía, ella tampoco pero todo ese tiempo lo observó, vio su sufrir y vio como él la llamaba, como lloro por ella y como anhelaba verla de nuevo. Lo atrajo a sus brazos con la poco fuerza que tenía y lo estrecho en ellos. Sabía que él deseo del azabache era abrazarla una ves mas.

Sasuke reaccionó al sentir los brazos de Sakura envolverlo, temblando la estrecho con fuerza a su cuerpo, era tan pequeña alrededor de él, lloro con más fuerzas y gemia de dolor, cuanto tiempo? cuánto tiempo anhelo este abrazo, cuantos días, horas, meses y años anhelo volver a verla. Volver a verla sonreír.

Sakura acariciaba su cabello con ternura, parecía un niño pequeño en sus brazos, Sasuke era todo un hombre pero un hombre que parecía muerto en vida. Vio todo este tiempo el sufrimiento del azabache, reconoce que al principio  ignoraba como el azabache la llamaba. Pensába que tal ves era culpa. Pero cuando pasaron los años y como el en todas las noches en esa fría celda lloraba y pedía un solo deseo. Era volver a verla y poder abrazarla.

Sasuke alzó su rostro con miedo, sin importarle sus lágrimas tomó el rostro de la pelirosa con su mano, lo acarició pensando que no era real, era ella, Sakura. Su Sakura estaba viva y en sus brazos.

"Sakura, estas aquí. Por fin estas aquí" - Sasuke se lanzo de nuevo a su pecho buscando su calides y sentirla más contra si.

"Si Sasuke-kun, estoy de vuelta y podrás cumplir el deseo que mas anhela tu corazón" - Sakura le dijo mientras este se aferraba más a ella con miedo de que esta fuera a desaparecer.

Seiren e Indra observaban todo, por fin había acabado, la maldicion que tenían y no los dejaría irse en paz había terminado.

"Los anhelos del corazón siempre son deseos profundos y llenos de sentimientos reales."

𝗚𝗹𝗼𝗼𝗺𝗶𝗻𝗲𝘀𝘀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora