La discusión de los seres lejanos

Ellos dos

Los dos ahí estaban,
sentados en una azotea.
La misma disputa diaria,
así llevaban... ni idea.


El primero era oscuro.
Negras ropas como hollín.
Cabellos como enredaderas
y ojos color añil.


El segundo brillaba.
En su pelo había luceros.
Su ropaje roto estaba
¡Siempre lo vi sereno!


Seguía el debate.
Decían lo mismo.
Opiniones opuestas
que aquí yo escribo:


1 - Mira cómo se destruyen,
son tan necios e insignificantes.
Meras ratas que huyen.
Se creen tan importantes...


2 - Sí, pero mira su ilusión.
Bellos actos pueden hacer.
Sus deseos y emoción.
Tan complejas mentes que entender.


1 - ¿Complejas? tanto como una hormiga.
Siempre vuelven al comienzo.
Creen evolucionar pero ya querrían,
no son más que eso.


2 - Disfrutan lo que viven,
tan pequeños y despreocupados,
resultan adorables.
Me tienen intrigado.


1 - Rogarán, matarán,
vivirán y morirán.
Aquello que los extinga
ja, me pregunto qué será.


2 - Duermen, ríen,
aman y odian.
No cuesta que confíen.
Aún protegiendo, lloran.


Seguían y seguían,
dando más y más razones.
Y yo y yo veía
certeza en sus afirmaciones.


Sus siluetas se ven
ahora calladas
pero ya no me preocupa
porque volverán mañana.