03

66 18 0
                                    

Jisung estaba sentado en su cama, rodeado de papeles arrugados y bolígrafos mordisqueados. Llevaba horas intentando planear la forma perfecta para conquistar a Lee Minho, el alfa más distante y frío de toda la institución, pero hasta ahora, sus ideas oscilaban entre absurdas y totalmente ridículas.

—¿Por qué tiene que ser tan difícil? —murmuró, aplastando otro papel lleno de garabatos.

El problema no era que no supiera qué le gustaba a Minho. Lo había observado lo suficiente para saber que le encantaba el café, que siempre usaba auriculares y que solía ir al gimnasio a la misma hora cada mañana. No, el problema era que, por alguna razón, Minho parecía estar siempre en guardia cuando Jisung estaba cerca. Como si supiera que algo tramaba. Claro, algo tramaba, pero no tenía por qué ser tan obvio, ¿cierto?

—¿Sigues pensando en cómo conquistar a Minho? —la voz de Jeongin lo sacó de sus pensamientos. Su amigo estaba apoyado contra el marco de la puerta, observándolo con una mezcla de lástima y diversión.

Jisung dejó escapar un suspiro dramático y se dejó caer de espaldas en la cama.

—No es solo "conquistar", Jeongin. ¡Es hacer que me note, que vea lo increíble que soy y que me elija! —respondió, agitando las manos en el aire para enfatizar la grandeza de su plan.

Jeongin soltó una carcajada.

—Creo que ya te nota. Solo que… no de la forma que tú quieres. —Se acercó y se dejó caer en la silla junto a la cama, mirando los papeles esparcidos por toda la habitación—. ¿Qué es todo esto?

—Planificación estratégica —dijo Jisung, poniéndose de pie con renovada energía—. ¡Voy a usar mis encantos para hacerlo caer rendido!

Jeongin lo miró, escéptico.

—¿Encantos? ¿Qué encantos?

—Mis encantos, obvio —respondió Jisung, sacudiendo las manos con fingida confianza—. Mira, Minho es un tipo difícil, pero sé que si juego bien mis cartas, puedo hacerlo ver lo increíble que soy. Solo tengo que ser persistente.

—¿Y cuál es tu brillante plan? —preguntó Jeongin, cruzando los brazos. Su tono sarcástico no pasó desapercibido, pero Jisung lo ignoró.

—Bueno… —Jisung se inclinó sobre la cama y agarró un papel que no había arrugado aún. Lo desplegó como si contuviera los secretos del universo y lo sostuvo frente a Jeongin—. Aquí está el plan maestro.

Jeongin entrecerró los ojos, leyendo en voz alta.

—"Fase uno: encontrar excusas para estar cerca de Minho". —Se detuvo y miró a Jisung—. Eso suena… como acoso.

—¡No es acoso! —protestó Jisung, arrebatándole el papel—. Es estrategia. Escucha, la idea es hacer que me vea como algo más que ese omega escandaloso que siempre le grita por los pasillos. Tengo que mostrarle mi lado encantador, ¿sabes? El lado que todos aman.

—¿Y cuál es ese lado? —preguntó Jeongin con sarcasmo.

—El lado que hará que se dé cuenta de lo bueno que sería tenerme a su lado —respondió Jisung, ignorando la burla—. Primero, tengo que empezar con cosas pequeñas. Aparecer en los lugares donde él suele estar, pero sin ser obvio. Luego, mostrarle que soy diferente a los demás omegas.

Jeongin levantó una ceja.

—¿Cómo?

—Bueno, primero, no voy a seguirlo al gimnasio. Eso sería demasiado obvio. Pero, lo que puedo hacer es aparecer casualmente en la cafetería cuando él esté allí. Y, ya sabes, pedirle recomendaciones de café o algo así.

Jeongin lo miraba con una mezcla de asombro y diversión.

—Así que tu gran plan es… pedirle recomendaciones de café.

—¡Es solo el comienzo! —dijo Jisung con entusiasmo—. Luego, poco a poco, puedo empezar a insinuarme en su rutina. Tal vez empiece a correr por las mañanas cerca de su camino al gimnasio. O podría "accidentalmente" sentarme cerca de él en la biblioteca.

—Sí, eso definitivamente no suena a acoso… —Jeongin negó con la cabeza—. ¿Y si simplemente le hablas directamente? Tal vez eso funcione mejor que estos… "planes".

Jisung lo miró como si acabara de sugerir algo absurdo.

—¿Hablarle? ¡Eso es demasiado arriesgado! ¡Tengo que ser sutil, Jeongin!

—Sí, muy sutil. Como cuando le tiraste una malteada a esa chica el otro día, ¿verdad?

Jisung lo fulminó con la mirada.

—Eso fue un accidente… estratégico. Además, Yeji y yo ahora somos amigos. Así que no fue tan mal.

Jeongin se encogió de hombros.

—Lo que tú digas. Pero si realmente quieres que Minho te tome en serio, tal vez deberías dejar de actuar como un niño y empezar a comportarte como un adulto. ¿Sabes? Dejar de hacer escenitas en público.

Jisung se quedó en silencio por un momento, considerando lo que Jeongin había dicho.

—Tal vez tengas razón… —dijo finalmente, dejando caer el papel en la cama—. Pero si voy a ser más directo, necesito un buen momento para hacerlo. No puedo simplemente ir y decirle "Hey, Minho, me gustas" así como así.

—Sí, eso sería demasiado simple y maduro —dijo Jeongin con una sonrisa irónica.

Jisung frunció el ceño.

—Necesito algo que lo impresione. Algo grande… algo que no pueda ignorar.

Jeongin suspiró, ya anticipando que lo que fuera que Jisung estuviera planeando sería cualquier cosa menos "simple".

—¿Como qué? —preguntó, sin saber si quería realmente saber la respuesta.

Los ojos de Jisung se iluminaron.

—¿Qué tal si organizo una competencia de talentos? Algo donde pueda destacar y que Minho vea mis habilidades. ¡Eso tiene que funcionar!

Jeongin lo miró fijamente.

—¿Estás sugiriendo que organizes una competencia solo para impresionar a Minho?

—¡Exactamente! —exclamó Jisung, saltando de la cama—. ¿No es una idea brillante?

Jeongin dejó caer la cabeza entre las manos.

—Voy a tener que ser parte de esto, ¿verdad?

—¡Por supuesto! —dijo Jisung con una sonrisa radiante—. Vamos a hacerlo épico. Minho no tendrá otra opción más que darse cuenta de lo increíble que soy.

Mientras Jisung empezaba a divagar sobre cómo organizar el evento más impresionante de la institución, Jeongin solo pudo suspirar y esperar lo mejor. Con Jisung al mando, nada era predecible.

No sé que hice... Xd

𝑪𝒐𝒏𝒒𝒖𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝑴𝒓 𝒍𝒆𝒆||minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora