𝑪𝒐𝒏𝒒𝒖𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝑴𝒓 𝒍𝒆𝒆||minsung

07

Después del pequeño éxito con la canción de Cupid, Jisung decidió que lo siguiente en su plan debía ser más visual. Había logrado captar un poco de la atención de Minho, pero ahora quería ir más allá. Y ¿qué mejor forma de hacerlo que con un cambio de look impresionante?

Sentado en la cafetería con Yeji y Jeongin, Jisung explicó su nueva idea con emoción:

—Es simple. Si quiero que Minho me vea de una forma diferente, tengo que ser diferente. ¡Cambio de look!

—¿Qué tan diferente? —preguntó Jeongin, levantando una ceja—. ¿Vas a teñirte el pelo de verde o algo así?

Jisung se rio—. ¡No, no tanto! Pero tal vez un nuevo corte de pelo, ropa más… llamativa, algo que lo haga pensar: "Wow, este omega no es como los demás".

—¿Ropa más llamativa? —Yeji se cruzó de brazos—. ¿Estamos hablando de brillo y lentejuelas? Porque, sinceramente, lo veo más huyendo que quedándose.

—No, no —dijo Jisung, agitando las manos—. Solo algo que resalte, que me haga ver… maduro, pero con un toque atrevido. Algo que diga "Mírame, soy increíble".

—Vaya, parece que tienes todo calculado —se burló Jeongin.

Jisung sonrió—. ¡Lo tengo! Vamos al centro comercial, necesito su ayuda para elegir.

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En el centro comercial, Jisung iba de tienda en tienda, probándose ropa que definitivamente no era su estilo habitual. Una camiseta ajustada aquí, unos pantalones más atrevidos allá… y todo acompañado de muchos, muchos comentarios sarcásticos de sus amigos.

—¿Estás seguro de que no te van a confundir con un ídolo de K-pop? —preguntó Jeongin mientras Jisung se miraba en el espejo, con una chaqueta de cuero demasiado ajustada.

—¿Eso es algo malo? —respondió Jisung, haciéndose una pose exagerada frente al espejo.

—Depende —dijo Yeji—, si quieres que Minho piense que estás audicionando para una boyband, sigue así.

Finalmente, después de probarse media tienda, Jisung se decidió por un conjunto elegante pero moderno: una camiseta negra de cuello alto, chaqueta bomber, y pantalones rasgados que mostraban justo lo suficiente para ser provocativo, pero no demasiado.

—Perfecto —dijo, admirándose en el espejo—. Ahora solo falta un último toque.

Yeji se inclinó hacia él con curiosidad—. ¿Cuál sería ese "toque final"?

—Un corte de pelo. Algo que grite: "Este omega es imposible de ignorar".

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Horas después, Jisung salió de la peluquería con el cabello corto y despeinado, ligeramente teñido en las puntas de rubio platinado. Se miró en el reflejo de la ventana de la tienda y sonrió. Este era el cambio que necesitaba. Se sentía increíble, y estaba seguro de que Minho lo notaría.

—¿Qué tal? —preguntó, girándose hacia sus amigos.

—Vaya, definitivamente… es un cambio —admitió Jeongin, sorprendido—. Te ves más… ¿atrevido?

—Me gusta —dijo Yeji, dando un paso atrás para observarlo mejor—. Si Minho no te nota ahora, está ciego.

Con una sonrisa confiada, Jisung estaba más que listo para enfrentarse a Minho en la cafetería al día siguiente. Su plan, esta vez, no podía fallar.

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Al día siguiente, Jisung caminó con aire triunfal hacia la cafetería, con su nuevo look. Se sentía imparable, y aunque podía escuchar a sus compañeros murmurar y mirarlo, eso solo lo motivaba más. Finalmente, divisó a Minho en una mesa al fondo, aparentemente concentrado en su teléfono.

Perfecto, pensó Jisung. Este era el momento.

Con pasos firmes, se acercó lentamente, esperando el momento en que Minho levantara la vista y lo viera. Cada segundo que pasaba, Jisung imaginaba la cara sorprendida del alfa. Sin embargo, cuando finalmente llegó a la mesa, Minho no alzó la mirada. De hecho, ni siquiera parecía notar su presencia.

—¡Hey, Minho! —dijo Jisung con una sonrisa enorme, apoyándose en la mesa de manera casual.

Minho levantó la vista por un segundo, miró a Jisung de pies a cabeza… y luego volvió a su teléfono.

—Ah, eres tú —dijo Minho, completamente desinteresado—. ¿Necesitas algo?

Jisung se quedó boquiabierto, completamente atónito. ¿Cómo era posible que no lo hubiera notado? ¡Había cambiado todo su look!

—Bueno… eh… ¿Te gusta mi nuevo estilo? —preguntó, intentando parecer seguro de sí mismo.

Minho levantó la vista nuevamente, lo miró por un momento y luego soltó un pequeño suspiro.

—Estás bien, supongo.

¿"Estás bien, supongo"? Jisung no podía creerlo. ¿Todo ese esfuerzo para un "supongo"? Las risitas comenzaron a sonar alrededor de la cafetería. Un grupo de compañeros cercanos, que claramente habían estado observando toda la escena, no pudo contenerse más y empezaron a burlarse abiertamente de Jisung.

—¡Míralo! —dijo uno—. Parece que salió de un video musical fallido.

—Pobre Jisung —añadió otro—, pensó que cambiarse de ropa iba a cambiar su vida.

Jisung sintió cómo se le calentaban las mejillas por la vergüenza. El dolor en su pecho creció rápidamente, y sin pensarlo dos veces, salió corriendo de la cafetería, con las risas resonando en sus oídos.

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Más tarde, en un rincón tranquilo del campus, Jisung estaba sentado en una banca, con la cabeza entre las manos. Todo su plan había sido un fracaso absoluto, y ahora, además de no haber impresionado a Minho, se había convertido en el hazmerreír de todos.

—Qué ridículo… —murmuró para sí mismo, frotándose los ojos para detener las lágrimas.

De repente, escuchó unos pasos acercándose. Levantó la mirada solo para ver a Minho parado frente a él, con una expresión seria pero… ¿preocupada?

—¿Qué quieres? —preguntó Jisung, intentando sonar fuerte, aunque sabía que su voz había temblado.

Minho se quedó en silencio por un momento antes de suspirar.

—Deja de intentar tanto.

—¿Qué?

Minho se sentó a su lado, cruzando los brazos.

—No tienes que cambiar quién eres para que te note —dijo, mirándolo directamente a los ojos—. Ya eres lo suficientemente… interesante como para que me fije en ti.

Jisung lo miró sorprendido, su corazón latiendo más rápido de lo que debería.

—¿Lo soy?

—Sí —Minho soltó un pequeño suspiro—. Aunque te moleste, aunque hagas planes absurdos, siempre logras llamar mi atención… sin necesidad de cambiarte por completo.

Jisung no supo qué decir. Solo se quedó mirándolo, sorprendido de que, a pesar de todo, tal vez, solo tal vez, Minho realmente lo había estado notando todo el tiempo.

Y, por primera vez en todo el día, Jisung sintió que había hecho algo bien.