Cupid 🤍Sope🤍

02

El timbre había sonado, haciendo que los estudiantes salgan de sus salones para disfrutar de su descanso de media hora.

Un pelinegro y un peligris salían entre empujones, con un enfado y disgusto muy visible.

—Ni creas que voy a trabajar contigo Min.— soltó acompañado de una mirada de completo desagrado.

—¡Ja! ¿Crees que estoy feliz de saber que debo trabajar con un idiota como tú? Prefiero tener la calificación más baja antes de aguantarte.— la misma mirada de disgusto fue vista en su rostro, ambos enfrentándose una vez más.

Porque al parecer su maestro de Ciencias, el profesor Moon, quería ver al mundo ardiendo y tuvo la grandiosa idea de poner a los dos chicos en pareja, para su nuevo proyecto.

No hace falta tener que decir la sorpresa que se llevaron todos en el aula, fuertes murmullos comenzaban a escucharse, y los dos chicos no tardaron en acercarse al profesor y pedirle un cambio, pero este continuó negándose, diciendo que tal vez de esa forma resuelvan sus "indiferencias".

Por esa razón se encontraban gritándose uno a otro en el pasillo. Hasta el momento en el que Yoongi decidió darle la espalda al más bajo, mientras quitaba el candado de su casillero, y esto pareció indignar al pelinegro, pues lo jaló del hombro de forma brusca, haciendo enojar al peligris más de lo que ya estaba.

Fue en ese momento donde sus amigos intervinieron, como siempre hacían, tratando de alejarlos para que se detuvieran.

Iban obteniendo el control hasta que un comentario volvió a sacar a Min de su casilla.

—Algún día Namjoon se dará cuenta del idiota que eres y terminarás estando solo, como mereces estarlo.

Tanto Namjoon como Sunghoon y Jin se encontraban en un estado de confusión.

Rápidamente Namjoon fue empujado por su amigo con tal de enfrentar al pelinegro una vez más.

—El verdadero idiota acá eres tú, siempre haciéndote la víctima cuando tu eres el que hiere.

Ambos chicos ya se encontraban cerca, dejando atrás su espacio personal, parecía como si una verdadera pelea comenzaría, al menos eso pensaban los ahí presentes.

Sus miradas llenas de rabia se conectaban, casi queriendo unir sus frentes y la tensión que se sentía en el aire te dejaba casi sin respirar.

Esperando que alguno soltara el primer golpe para que algún superior interfiera, nadie esperaba lo que verdaderamente sucedió.

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—¡Sunoo! ¡¿A eso le llamas profesionalismo!?— el rubio se había alarmado y ahora él era el que estaba teniendo un ataque pánico.

—¡No es mi culpa! ¡Ese chico se metió! ¿Pero viste? Si Namjoon se hubiera quedado ahí cinco segundos más entonces hubiera funcionado, ¡Ya estoy aprendiendo!— Sunoo parecía no darse cuenta del error que había ocurrido.

Comenzó a aplaudir y saltar en su propio eje mientras sonreía, completamente feliz de su "logro".

—Esto es un error, no debió pasar de esa forma, ¡Te meterás en problemas! Creo que voy a desmayarme aquí mismo.— Llámenlo dramático, pero conocía tan bien a su superior que sabía que en este momento debía estar furioso.— ¿Disfrutaste esto? Porque tal vez sea la primera y última vez que lo haces, ¡Si tan sólo hubieras esperado como te dije!

—No es tan malo, siempre nos hablan de un destino, ¡Este podría ser el verdadero destino! Si hubiera caído en Namjoon entonces hubiera sido alterado y sabes que muchas cosas salen mal cuando eso pasa.

Jay se vio un poco convencido con esa explicación, pero también existía la probabilidad de que Sunoo haya alterado el verdadero destino y ahora solo quedaba esperar más y más para ver como fluían las cosas.

—¡Nuestro trabajo está hecho! Podemos volver ahora Jay.— pasó frente a la pareja que había formado con una sonrisa de completo orgullo, y Jay simplemente lo siguió una vez más.

Aunque si regresaban era para recibir un buen regaño y tal vez su menor obtendría alguna sanción durante un tiempo.

Pero debía aceptar que Sunoo lo hubiera hecho bien, si no fuera por su desesperación de principiante.

Así que sin más ambos regresaron a su espacio y tiempo, uno completamente feliz y emocionado y el otro preparándose mentalmente para la dura plática que obtendrían.

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Todos en el pasillo estaban en un completo shock.

¿Acaso era real lo que estaban viendo? O tal vez habían soñado el mismo sueño al mismo tiempo. Podía ser una alucinación causada por tanto estudio, o algo por el estilo.

Se negaban a creer lo que estaba pasando frente a sus ojos.

Porque en el momento que esperaban algún insulto o golpe, Jung Hoseok había cortado cualquier espacio entre él y Yoongi y ahora lo besaba como si su vida dependiera de ello.

Viendo la cara de sorpresa que había puesto Yoongi, supieron que él tampoco esperaba esa "respuesta" por parte del pelinegro.

Pero en vez de empujarlo y decirle lo mucho que lo detestaba, sostuvo su mejilla izquierda correspondiendo a aquel beso necesitado.

Namjoon a un lado los miraba con los ojos abiertos en su totalidad, mientras Sunghoon y Jin parecían quedarse sin mandíbula.

Hasta que los dos chicos se distanciaron unos centímetros y una tensión en el ambiente los sacudió.

Tensión que fue rota por el que inició aquel beso.

—Sal conmigo Yoon.— Y esas tres palabras enloquecieron más a los presentes, incluso el profesor Moon se encontraba ahí, mirando todo sin perderse ni un detalle.

—Bien, te veré en la salida.

Y como si hubiera sido lo más normal, ambos chicos se fueron por lados opuestos.

Jin fue el primero en reaccionar, jalando el brazo de Sunghoon mientras corría hacia Hoseok . Namjoon reaccionó en cuanto Yoongi comenzó a chasquear frente suyo.

—Hey Nam, ¿Qué te sucede? Pareciera que viste un fantasma.

—Sí, ojalá haya sido eso. ¿Cómo puedes actuar tan normal?— Eso era lo que todos se preguntaban.— Acabas de besarte con Jung Hoseok, ¿Eso es normal? Ni siquiera Hueningkai hubiera pensado en algo así de loco.

—Oh, ¿Por eso estás así? ¿Qué hay de malo en ello?

—¡¿Qué hay de malo?! Tú y Hoseok casi se juraban la muerte.— A pesar de darle miradas que gritaban un "Duhh", el peligris seguía con un rostro neutro.— ¿Sabes? Olvídalo, si sigues así voy a enloquecer.

Al menos los problemas entre aquellos chicos se habían solucionado, aunque no de la forma esperada.

Y todo sólo porque un "Cupido" se equivocó de flecha.