La Reina de las Nieves.
Anna nos dirigió hacia el castillo. Arendell era muy bonito. Nada que ver con el frío Berk. Flores de colores por todos lados. Personas que nos miraban con algo de miedo pero felices. Aves de colores y unas grandes farolas que iluminaban el camino el cual recorríamos. Todo era demasiado mono. Llegamos a las puertas del castillo. Dos guardias armados las cuidaban. Anna dijo unas palabras y las dos gigantes puertas de madera abrieron al instante.
De cerca, el palacio era aún más deslumbrante. Aunque algo tétrico por el hecho de que estaba anocheciendo. Llegamos a otra gran puerta. Allí Anna nos pidió que solo entráramos unos pocos. Solo entramos ella, Bocón y yo.
Desde una gran escalera nos observaba una muchacha de mi edad. Con unos cabellos platinados y blancos como la mismísima nieve. Una piel tan blanca que podría ser de porcelana y unos labios rojos contrastando. Su fría mirada era tan poderosa como la de su hermana. Incluso más. Sus ojos eran aun mas preciosos. Llevaba un vestido celeste, completamente fabricado con hielo. Tenía una hermosa figura. Era simplemente hermosa. Pero, ella era mi nueva enemiga. No podía parecerme bonita. De ninguna manera. No es posible.
- Les presento a Elsa- 'Elsa', pensé, que bonito nombre. - Mi Hermana.-dice anna.
Para mis adentros dije: -Elsa, la reina de las nieves. Esa hermosa mujer seria mi nueva enemiga de por vida? Porque es tan bonita? No podría ser una mujer mas fea por Favor? Hipo! Concéntrate! No puedes enamorarte! No es posible. No es posible. NO ES POSIBLE!