Hipo POV
Elsa me llevo hacia un lugar más dentro del palacio, comparado con Berk todo era muy (demasiado) ordenado, fino y escocés. Había muchas habitaciones y todas las puertas estaban muy bien decoradas con diferentes colores y flores extrañas. Pero una en particular me cautivo, en su mayoría tenía dibujos de color celeste, azul o violeta y estaba entreabierta. Decidí preguntarle a Elsa de quien era esa habitación.
- De quien es el honor de poseer esa habitación? - dije señalando la puerta
- Era mía. Es una larga historia.- dice ella algo afectada por la pregunta.
- perdón si pregunte algo que no debía.- dije. Pude notar que su mirada se volvió algo mas apagada al preguntarle. Me preocupo que La Haya echo sentir mal. Se dio cuenta de que yo también me preocupe.
- no, solo es que a veces me trae horribles recuerdos pero todo esta bien. Además eso ahora no importa, estamos aquí para hablar de tu proposición. A la izquierda. Llegamos.
Llegamos a una gran sala donde había dos sillas y etcétera. Muchas plantas y decoraciones de diferentes colores. Una chimenea y varios sillones. Todo muy fino, no de mi tipo.
Nos sentamos cada uno en su silla, enfrente el uno del otro. Por un rato hubo un silencio en el que ambos nos miramos de arriba a abajo.
Me decidí y comencé a hablar
- bueno, le contaré. Mi isla a estado así desde hace muchísimos años. Lo que quiero es negociar. Quiero que la descongele. Quiero que rompa el hechizo. Para esto la llevaremos con nosotros en el barco y luego la traeremos de vuelta.
No respondió, en cambio me pregunto algo
- como te lo hiciste?- dijo señalando mi pierna.
- un accidente en una batalla, pero estoy bien. Volviendo a mi pregunta, aceptas?
Ella se lo pensó. Luego respondió.
- no se si eso será tan fácil. Para esto necesito salir de Arendell y dejar todo mi reino y también a Anna. No creo que sea muy buena idea esto. Además, no se que tan fuerte era ese hechizo ni se como deshacerlo. Mi poder no es tan grande. Siento no poder ayudarte.
Me quede hecho piedra. No quería usar el plan B.
- cómo?
- no puedo. Lo lamento enserio. Ahora, retírese. Gracias por venir pero no estoy interesada en su oferta.
- creo que no está entendiendo. Esto es una cuestión de vida o muerte para muchos de mis hombres y no pienso haber venido hasta este reino solo para que usted me diga que NO ES POSIBLE que nos ayude!- dije en un tono algo alto al mismo tiempo que me paraba. Me puse mal por usar ese tono con ella pero no había vuelta atrás.
- nunca le pedí que viniera, lo hizo por su cuenta. No puedo ir y ayudarlos. No me es posible!- dijo ella también con un tono algo alto.
- Entonces tendrá que ser el plan b y la verdad es que no quiero tener que utilizarlo!
- usted es un imposible! Para que a venido si cabía la posibilidad de que yo no acepte!
- creí que lo harías!
El calor subía. Aunque estaba peleando con ella no parecía que ninguno de los dos dijera lo que decía en serio.
Cada vez que uno pronunciaba una oración nos acercábamos mas y mas.
Aunque peleábamos no prestábamos atención a lo que decíamos. Solo mirábamos los labios del otro. La sensación que había sentido desde que la vi crecía y creía. Eran mariposas en la panza y unas ganas de besar esos labios tan hermosos. Fuimos acercándonos hasta que solo quedaba una pequeña milésima de espacio entre nuestras caras. En un microsegundo ese espacio desapareció. Ella fue la que lo hico desaparecer y cuando intentó deshacer su acción yo la agarre por la cintura y la apegue más a mi. Fue un beso extraño, aunque ambos lo queríamos, sabíamos que estaba por empezar una guerra entre nosotros y entre nuestros dos reinos, porque mientras peleábamos ambos habíamos dicho que si al plan B y ya no había forma de impedirlo. Ambos habíamos firmado la petición de guerra.