第4章

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(...)

Desperté en algún lugar raro, todo estaba de color blanco a kilómetros, a todos los lados que observaba era eso, solo blanco. De la nada observé a una figura enfrente de mí. Me estrujé los ojos como pude y al ver quien era me levanté rápidamente.

— ¿JeHyun? —era él... En verdad era él. Su ropa muy bien arreglada y pulcra, sin ningún rasguño, sus ojos de color café oscuro como antes y sin sangre en ninguna parte.

Corrí hasta donde él y sin dudarlo ni dos veces lo abracé con toda mi fuerza. Mis lágrimas comenzaron a salir demostrando todo el dolor que tengo en el alma, verlo como lucia antes de morir me reconfortaba mucho, pero a la vez dolía demasiado; sentí como sus brazos me rodearon mientras que una de sus manos ahora acariciaba mi cabello con suavidad. Su abrazo me trasmitía paz y estar alrededor de sus brazos me traía nostalgia. Su muerte me afectaba demasiado y ahora que lo tenía de frente y que estuviera en sus brazos me tranquilizaba.

— No llores por favor —escuché que me dijo en voz baja. Su voz al escucharla me traía recuerdos de todo. Los juegos de cuando éramos chiquitos, las conversaciones nocturnas que eran de apoyo mutuo, hasta las discusiones estúpidas que teníamos por jodernos la paciencia solamente. Todo eso pasaba por mi mente en cuestión de segundos.

— ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste? —le pregunté en voz baja pero que sabía muy bien que me podía escuchar.

Me separé un poco de él para verlo a los ojos, sus verdaderos ojos y no los que parecían como si fuera a ver el mismo infierno en ellos.

— Puedo explicarlo —me contestó él.

Ambos nos separamos del abrazo y nos mirábamos, yo esperando a que me dijera sus razones del porque se suicidó y el... Su mirada parecía un enigma, no sabía que decía en ella, eran algo sin descifrar.

— Bien... Espero que sea una buena explicación —le dije secándome mis lágrimas y ahora esperando su respuesta. Quería saber sus razones del porqué de su suicidio.

El soltó un suspiro antes de comenzar — Sabes que no soy tu hermano de sangre, y que tus padres me adoptaron cuando era muy chiquito.

— Si ajá, eso lo sé.

— Después de eso, ellos me amaron como si fuera uno más de la familia y tú me quisiste como si fuéramos de la misma sangre.

— Si, lo sé y siempre serás como mi hermano aún así no fuéramos de la misma sangre —le dije. Siempre lo voy a querer y para mí, él es parte de mi familia y siempre lo será.

— Te agradeceré siempre por eso, prosigo. Después de que tú y yo decidimos independizarnos de nuestros padres y mudarnos a una casa por separado ellos cambiaron mucho con nosotros —me explicó.

— Si aja, esa parte no me interesa para nada. Ellos se pusieron ridículos en ese tiempo —aún me molestaba un poco el hecho de que solo por irnos de la casa ya no quisieran saber más de nosotros, o sea... Ya somos grandes y ellos aún tenían la mente de que éramos unos bebes y las cosas no podían ser así, teníamos que seguir con nuestras vidas. Por eso mismo nos fuimos, para proseguir en lo que quisiéramos.

— Bueno a mí tampoco me interesa esa parte, pero no sé si te recuerdas que tengo hermanos biológicos —me dijo.

— No entiendo porque una cosa conlleva a la otra. Explícate mejor.

— ¿Te acuerdas que después de un año de mudarnos por separado de nuestros padres, mis dos hermanos fallecieron porque se suicidaron?

— Si, si me recuerdo muy bien.

— Bueno... Ellos después de eso estuvieron presentes todo el tiempo conmigo.

¿Qué mierda? — A ver... ¿Cómo así? —en serio, no entiendo a qué se está refiriendo.

— Yo los podía ver. Después de muertos yo los veía —me dijo.

Me quedé pensando por varios segundo para analizar bien lo que me acababa de decir; abrí los ojos con algo de asombro por lo que dijo ¿Cómo el podía verlos?

— Déjame ver si te entendí. —dije haciendo después un pausa y luego continué — Todo el tiempo estuvieron contigo y solo tú los podías ver.

— Sí.

En serio... Mi cerebro va a explotar en cualquier momento, ¡como mierda es eso! ¿Y qué tiene que ver eso con su muerte?

— ¿Aja y que tiene que ver todo eso contigo? —cuestioné para él.

— Ellos se comunicaron conmigo, y me dijeron que fuera con ellos. —me respondió.

Un silencio ahora estaba presente entre nosotros dos. Ahora si había entendido varias cosas.

Desde que sus hermanos biológicos murieron, porque era lo único que le había quedado de su anterior familia, él cambio mucho. Se volvió un poco frio y algo distante a la sociedad, su forma de pensar había cambiado demasiado, él lloraba muy seguido y había hasta veces que de su habitación ni salía. Tal vez en esos momentos de soledad llegaba a hablar con ellos, pero... Acabo de sacar varias conclusiones y él me va a tener que responder.

— ¡TE AHORCASTE SOLO PORQUE ELLOS TE OBLIGARON! —grité con molestia ahora. Se dejó controlar por seres inexistentes que al final el solo debía de ignorar.

— ¡NO LO HICE POR ELLO! —gritó él, pero luego se calmó —. Ellos jamás me obligaron, puede que si me hayan dicho que fuera con ellos, pero yo por esa parte los ignore. Yo ya no quería estar más ahí... Tu eres el que debería de seguir adelante en su vida, no yo —me dijo algo triste. El jamás me había hablado de esa manera, más bien llevaba tiempo sin que me hablara con sinceridad —. Todo lo de tu vida lo detuviste por mí. Tu carrera, tus trabajos, hasta tu vida social la paraste por mí, por cuidarme y protegerme de lo que me iba a pasar.

Escuchaba cada una de sus palabras y era muy doloroso todo, estaba hablando con toda la verdad. Sé que su autoestima no era la mejor y que a veces él sentía que todo en su vida era un total desastre, pero yo aun así pude haber impedido que se suicidara, y eso yo no me lo perdono todavía.

— Yo era como un estorbo en tu vida y de verdad... —continuo él — Tu deberías avanzar, seguir con lo que quieres, sin ningún freno alguno. Por eso lo hice. Mis hermanos solamente hablaban conmigo nada más; perdóname en serio por haberme ido así de repente, yo te adoro y admiro todo lo que has dejado por solamente ver por mí, pero ya... Ya era hora y eso es algo que quiero que entiendas —me explicó.

Mis lágrimas sin darme cuenta habían comenzado a salir, cada palabra que dijo era como si me estuvieran apuñalando con un cuchillo con suma fuerza en mi corazón.

— Yo en verdad... No quería que te fueras, y de verdad me siento culpable por lo sucedido. No te protegí en el momento que se debía y eso no me lo puedo perdonar —le dije mientras me limpiaba varias lagrimas aunque de igual manera seguían saliendo.

— No tienes que sentirte culpable, más bien siéntete agradecido de todo tu esfuerzo. Hiciste muy bien tu papel como hermano mayor y de eso estoy más que satisfecho —me habló con total calma y tranquilidad.

— ¡Pero es que!... —es casi que imposible detener la culpa cuando corre por tus venas, y sé que siempre me va a perseguir de uno u otro modo, sin embargo, debo de reconocer que acepto sus agradecimientos aun así me duela que ya no esté en vida. No quiero soltarlo, me gustaría que estuviera aun conmigo... Quiero seguirlo viendo aun así esté muerto — No quiero que me dejes solo.

Aún mis lágrimas salían y moqueaba de vez en cuando. No quiero que se vaya, no quiero que se aleje de mí, quiero seguirlo viendo aun así esté muerto o no.

El me observó durante varios segundos pensativo. En su mirada no podía ni siquiera descifrar que cosa me iba a decir, solo me quedaba escuchar su respuesta.

— Entonces ven conmigo —me dijo mientras me estiraba su mano.

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Otro capitulo más porque se lo merecen.

𝖭𝖨𝖦𝖧𝖳𝖬𝖠𝖱𝖤𝖲. ⚊ 𝖩𝖨𝖭𝖧𝖸𝖴𝖭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora