Capítulo 20: Hincando tajada

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Muffy se sentía sola en el campo de Nives, pero no estaba dispuesta a perder el tiempo mientras que el resto se estaba jugando la vida por intentar conseguir comida, así que se puso en marcha para buscar algo útil.

Entonces se le ocurre una idea que seguramente el resto del grupo ni se percató de que existía esa posibilidad: Una trampa para zombies.

Muffy sabe que las puertas no son capaces de resistir un ataque y que es necesario reforzarlas.

El problema es que no se le ocurre cómo poder hacerla. Y por si fuera poco, apenas hay materiales con los que trabajar.

De repente escucha un ruido detrás suya. Tras la puerta principal.

Muffy coge un cuchillo que tenía en el bolsillo trasero de sus jeans y suspira antes de darse la vuelta y correr hacia el zombie.

Se escucha un grito agudo y Muffy abre los ojos.

Ordoño: ¿Pero qué haces?

Muffy: Lo siento. Pensé que era un zombie.

Ordoño: Al menos ¿podrías sacarme el cuchillo del brazo?

Muffy: Perdón, perdón, perdón.

El brazo de Ordoño se empapa de sangre y Muffy lo mira con cara de cachorrito malherido.

Ordoño: ¿Tienes vendas o algo?

Muffy: Claro, entra y te curo.

Pasan unos minutos y justo cuando Muffy termina de curarle se escuchan ruidos de bicicletas.

Muffy: Debe de ser el resto del grupo.

Ordoño: Voy a saludarles. Seguro que se ponen contentos al verme.

Ordoño sale a recibirlos y Alis corre a abrazarle. La lástima es que Alis no se acurda de que lleva el cuchillo en la mano y Ordoño vuelve a ser herido en el mismo brazo.

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