Capítulo 1: El laboratorio Panchita

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Investigador: Profesora estamos teniendo problemas con la sustancia de grado 69.

Panchita: ¿Cómo que problemas?

Investigador: El sujeto de pruebas se ha vuelto demasiado agresivo y ha perdido toda su capacidad intelectual. Incluso ha comenzado a descomponerse y nadie se atreve a entrar en la sala.

Panchita: No se preocupe. Ya entro yo.

Investigador: Pero está embarazada. ¡Su hijo podría verse afectado!

Panchita: No importa. Ya tengo otros 5 en casa.

Olga atraviesa el pasillo con cara malhumorada y algo impaciente (como siempre) No podía creer que la sustancia hubiera fallado. Ahora su enemigo declarado, Peter, podría mofarse de ella y no podía consentirlo. Iba a arreglar aquel problema por ella misma.

Coge una pistola que tiene en el cajón del escritorio de su despacho. Muchas veces la usa para amenazar a Peter, pero esta vez le va a servir por si el sujeto se rebela.

Pasa su tarjeta de identificación por la ranura. El sujeto tenía un aspecto pálido. Y la descomposición era de un grado bastante mayor al que ella había imaginado. Ni siquiera podía caminar erguido.

Panchita: Juan Pedro, ¿te encuentras bien?

Él le mira con cara extraña y emite ruidos que Olga no consigue identificar. Siempre ha sido feo, pero ahora era realmente horrible.

Se acerca a él y le pega un guantazo.

Panchita: ¡Reacciona hombre! Que si no, no cobras.

Entonces Juan Pedro se tira hacia ella y le muerde en el brazo. El dolor era casi insoportable, pero Olga consigue sacar la pistola y le pega un tiro en el corazón. Pero no muere. Intenta volver a atacarla pero ya le había volado la cabeza.

Olga sale de la sala algo perturbada, pero sonríe cuando ve a Peter.

Peter: Que Olga, algo ha salido mal ¿no?

Panchita: Todo ha salido perfecto gracias por tu "interés" bola de grasa.

Peter: ¿Qué has dicho?

Panchita: Que tienes grasa en la camisa.

Peter se queda mirando el brazo de Olga, del que comienza a gotear la sangre al suelo.

Peter: Uoo, vaya, así que tus hijos se han revelado y te han mordido.

Panchita: ¿No habrás sido tú pensando que era un bocata?

Peter: ¿Qué me has dicho?

Panchita: Ga-es ¿te lo repito?

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