Delirios Nocturnos

Amante de lo prohibido

Rosa inmarcesible de otro jardín, eres inefable Incluso para mi manera de hablar. Tu iridiscencia me hace sonreir al ver colores y no solo blanco y negro. Odio mi limerencia, no puedo seguir viendote así, necesito dejar estos pensamientos de lado, pero mi cuerpo y mente están siendo controlados por ti, por tu aroma, tu voz, todo en ti me controla.. amo y odio estar a tus pies, pues no quiero perder nada de lo que conseguí, ni quiero que pierdas nada de lo que tienes.

Mí corazón marchito no puede ser sanado por otra persona, ni por otro objeto, pero deja de podrirse cuando hablamos. Mí mente corrupta no tolera ésta sensación, no soporta sufrir y sufrir sin saber cuando dejará de hacerlo, pero.. ¿eso importa? Si parte de mi mente está feliz porque tú lo estás, ¿acaso importa que mi corazón esté marchito? Si el tuyo es el único que me importa, y tal parece que está completo. No puedo aguantar la mentira que estoy viviendo, vivo mintiendome diciendo que no importa si estoy mal o si estoy bien, ya no sé que pienso ni que digo, porque no sé si vivo o muero en mi propia mente. No sé que soy, si solo soy lo que nunca fui, quizá solo soy un enamorado de el melifluo que produce tu voz, o quizá solo soy otras lineas de texto mas... Nunca lo sabré.