Capítulo 6: Inquietud

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—¡Deja de decir estupideces! —exclamó, se levantó y salió a pasos firmes hacia la salida, alejándose de aquel bullicio. Tan sólo llegó a una zona con exterior, salió volando sin rumbo. Su vuelo no fue interrumpido, así que pudo llegar a ese lugar donde había conocido a Trunks del futuro.

      Bajó despacio y, cuando sus pies tocaron el suelo, tocó su cabellera con un poco de frustración. Se dejó caer hacia atrás, quedando sentado, y siguió atormentándose. ¡¿Por qué demonios la imagen, de quien antes era su rival, ahora lo tenía vuelto loco?!

    —¿Qué demonios estoy pensando? —miró al cielo, perdiéndose un poco en las estrellas y su brillo—. Bah… Debo dejar de pensar en la insecta…

 

***

—¡AAAAAAAH! —la menor arrojó un enorme rayo de energía, el cual fue evadido por el príncipe cuando arrojó otro que lo desvió. Voló hasta ella y soltó un enorme puñetazo en su rostro. La pelinegra retrocedió por el impacto, pero inmediatamente le soltó una patada que iba directo a su brazo.

     —Hmph, ¡insecta! —formó una enorme esfera de energía que le impactó en el pecho.

     —¡Ouch! —llevó sus manos a su abdomen, sintiendo que aquel calor intenso de esa esfera la había dañado. Con sus ojitos entrecerrados notó cómo Vegeta se acercaba a gran velocidad—. ¡Aigh! —inmediatamente llevó sus dedos a su frente y se teletransportó.

     —¡¿Qué diablos?! Tsk… —cerró sus ojos y trató de concentrarse en las energías. Identificó la de la pelinegra cerca de otras que eran también altas. Intuyó que se trataban de Krillin y 18, además del maestro Roshi. Chasqueó la lengua y bajó al suelo, mientras aquella onda de ki que lo rodeaba desaparecía. Tomó aire y trató de regular su respiración.

     Sintió que esa energía aparecía otra vez frente a él. Abrió los ojos y lanzó un puñetazo directo al rostro de ella. A duras penas la pelinegra pudo esquivarlo, eso gracias a que el más bajo estaba en su estado base.

     —¡Espera, Vegeta! ¡De verdad no puedo seguirte el ritmo! —el otro se detuvo al escuchar eso, pudo verla con la respiración muy agitada—. ¡Parece como si quisieras matarme! —cayó hacia atrás, sentándose en el suelo—. Tuve que teletransportarme porque no puedo acostumbrarme tan pronto a este cuerpo—el más bajo la miraba desde arriba—. Incluso con Ginyu me costó trabajo—colocó las manos en su abdomen—. El maestro Roshi quería darme un abrazo y Krillin lo golpeó—soltó una risita.

      —Deberías mantener distancia con ese anciano—la menor lo miró—. Sus “abrazos” son malintencionados.

     —Jeje—soltó una risita boba—. ¿Vamos al lago a bañarnos, Vegeta?

     Esas simples e inocentes palabras fueron suficientes para colorar el rostro del mayor. ¡¿Qué acaso esa insecta no piensa antes de hablar?! Negó y giró su rostro hacia el lado contrario.

      —¿Eh? ¿Apoco me dañaste tanto? —volvió a verla cuando escuchó esas palabras—. ¿Por qué tengo sangre en mi pantalón?

     Y es que aquel pantalón naranja que vestía estaba teñido de rojo en la zona de la entrepierna. El mayor se acercó y se colocó a un costado.

     —¿Qué diablos? ¿No es otra cosa? — ella sólo levantó un poco el elástico para mirarse.

     —Vegeta, sí es sangre. ¿Me hiciste un daño interno? ¡Tengo que ir por semillas del ermitaño! —colocó sus dedos en su frente. Al ver eso, el Saiyan rápidamente tocó su hombro para poder transportarse con ella.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2022 ⏰

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