Capítulo 18: ¡Adiós, Isabella!

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 @NaomyC

(PV: JONATHAN)

Después de contarle a Isabella lo que Matthew en realidad era, sus lágrimas se agolparon y vi en sus ojos un enojo enorme, pero obviamente yo era el que lo había ocasionado.

- "No creo que él sea así, él me ama" -. Fue lo único que dijo y desde ese día no la volví a ver.

Estaba en mi habitación, ya me habían dado de alta. Estaba acostado en mi cama con mi celular en mis manos, tengo que hablar con Isabella.

"Isa, perdón por lo que dije, si es posible quisiera hablar contigo, dime un lugar para reunirnos"

Lo envié, y esperé a que esta me contestara, después de 2 horas perdí la esperanza; no me respondería. Lancé el celular al colchón, este rebotó haciendo una pirueta.

Me senté en mi escritorio y froté mis ojos, está enojada conmigo ¿qué se puede hacer cuando una mujer se enoja contigo?, abracé mis piernas y me quedé dormido.

"Lo sabía, ella ya no me quería ver jamás"

Una vibración hizo que me levantará, había recibido el mensaje.

"OK, nos vemos en la estación de tren que está cerca dónde murió mi madre"

Me levanté entusiasmado y lo primero que hice fue darme un buen baño para después arreglarme. Salí corriendo en mi coche.

Ahí estaba parada en los escalones para entrar a la estación del tren, traía una gabardina beige; subí feliz, ella me respondió con una sonrisa pero había un poco de dolor en ella.

Al subir, ella tomó mi mano y nos adentramos a la estación del tren.

- ¿Por qué aquí?- le dije extrañado.- Puedo llevarte en mi auto.

Ella disintió con una sonrisa.

- Mi madre tomaba un tren conmigo, quiero recordarla tan sólo un momento.- agachó la cabeza.- Ahorita llegará no te preocupes.

Nos sentamos en la banca

- ¿Y?- mencionó rápido.- ¿De qué querías hablar conmigo?

- ¡Ah!- dije incómodo.- Perdón por lo que dije, sé que amas a Matthew.- eso fue como una punzada en mi corazón.- Lo único que quiero decirte es que no me alejes de ti.

- ¡Ah! ¿Sobre eso?- dijo extrañada como si hubiera sido desde hace tiempo.- No importa, no hay nada que perdonar.- se acomodó el cabello, pude observar su pálida garganta.- Creo que lo malinterpretaste mal, él no es capaz de hacer eso.

De repente se escuchó un sonido, era el tren acercándose. Ella se levantó y tomó mi mano, su mano temblaba.

- He pensado sobre lo de nosotros.- dijo cabizbaja.- La verdad, te agradezco todo lo que has hecho por mí, tengo que decirte algo...

"Quédate conmigo, no digas que no quieres"

La puerta del tren se abrió.

- Consigue a alguien que te amé.- susurró.- Eres una persona genial, así que conseguirás a alguien que te haga feliz.- sonrió.

Caminó hacia la puerta del tren, nuestras manos se separaron lentamente.

"Por favor no te voltees" - gritaba mi mente. "Por favor no hagas eso".

Se volteó y entró al tren, mi corazón se partió en mil pedazos, miré mis manos que ya habían perdido esencia de ella. Vi como el tren se alejaba, mis lágrimas empezaron a caer, me derrumbé en el suelo.

¿Cómo pude dejarte ir?

Lloré, mis lágrimas caían, estaba haciendo un río de lágrimas. Esto no podía estarme pasando a mí.

Me levanté, no podía seguir ahí, me había rechazado. Bajé los escalones mientras limpiaba mis lágrimas, volteé otra vez con la esperanza que ahí estuviera pero no. Tomé mi coche, ya no podía vivir más, este final no es feliz.

¿No puedes volver? - pensaba.

Isabella me haces llorar, la razón por la que vivía, siento como si estuviera muriendo poco a poco, como si me estuviera ahogando.

Lloré en todo el camino hacia mi casa, llegué a mi habitación y me tiré a mi cama, me quede despierto todo lo que restaba del día anterior y del día de hoy.

Miré el reloj de mi habitación, 3:30 p.m., en unas horas Isabella se casaría. Me habían mandado una invitación a su boda; fue como una broma de mal gusto de parte de su padre, no iré.

Ver a la persona que más amas en el mundo (a parte de tu madre) casarse con otro tipo que no eres tú; no es nada bonito. Agaché mi cabeza, las lágrimas corrían.

"Conoce a alguien mejor, conoce a alguien que te haga feliz" - había dicho Isabella.

No creo que pueda vivir después de eso, mi vida ya no es la misma.

Isabella será feliz con otro tipo, yo no seré el que vea su sonrisa todos los días, no me levantaré con ella.

No he comido desde lo que pasó, no he dormido.

Ya no puedo vivir más, miré en mi escritorio ahí estaba la foto dónde estaba Isabella y yo de pequeños, la tomé y la estrellé en el piso.

Saltaron miles de pedazos, me arrepentí de haberlo hecho así que recogí la foto.

Tomé lo primero que vi, era un traje totalmente negro, así cuando muera no tendrán que vestirme. Me vestí y puse la foto en mi bolsillo.

Me sentía mal, un dolor que no podía evitar, me metí en el coche y arranqué no sabía dónde iba. Estaba demasiado lejos, pero noté que había una estructura abandonada donde al parecer iba ser un hotel, detuve mi coche y me subí a las estructuras hasta llegar a lo más alto.

Cerré mis ojos y aspiré el aire.

"Esta será la última vez que respiraré"- pensé.

Recordé la sonrisa de Isabella, todas sus expresiones, mi corazón dolió. Apreté con mi mano donde dolía.

"Este dolor me hace sentir que estoy vivo" - dije para mis adentros- "Isabella, tú me haces volverme loco"

Miré hacia abajo, estaba muy arriba, mi muerte tenía que ser rápida. Me acerqué más a la orilla, y miré mi reloj 5:00 p.m., Isabella ya debe estarse casando.

Puse mi foto enfrente de mí.

Suspiré y volví a recordar todos los momentos juntos.

"Matthew, cuida de Isabella"- susurré- Isabella, sé feliz.

Relajé mis músculos, este sería mi final.

Adiós, Isabella.

Continuará...


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