Capitulo 1.
Agosto.
El sol comienza a penetrar por la ventada de Annie. Miro el teléfono y comprobó la hora, 7:30 . Perfecta para ir a correr. Salió de un salto de la cama. Bajo silenciosamente las escaleras cuidando de no despertar a nadie, le resultaba sorprendente como una persona de un peso tan insignificante como el suyo pudiera hacer resonar sus pisadas por un bloque de mármol solido de tal manera. Estaba a unos pasos de completar su primer reto diario, si llegaba a salvo hasta la cocina, tomaba una manzana y se iba a correr (Incluso vestida solo con shorts), no lidiaría con...
- Annie Lane, querida. Que bueno verte despierta tan temprano.
- Buenos días, madre.
La mujer estaba parada elegantemente en lo alto de las empinadas escaleras. Por detrás, asomo su esposo, que agarró cariñosamente su cintura.
- ¿Tienes prisa?- La joven sabia como terminaría todo eso.
- Estaba a punto de ir a correr.
Zachary pareció interesado al oír aquello.
-¿Quieres un compañero?- Pregunto el hombre, descendiendo la estructura y caminando al recibidor, su mano se acerco peligrosamente al perchero, de donde tomaría su pasamontañas, y entonces, no habría vuelta atrás. Pero Annie fue mas rápida.
- No, de todos modos, he cogido frió- Desilusionada por ver su único plan para aquella mañana echado a perder, fue a la cocina y se sirvió un cereal.
El Sr. Wright dio media vuelta y siguió a su hija. Charlotte también se unió al desayuno.
- Y bien, cariño. ¿Como estuvo tu día de ayer? ¿Estas bien?
Imágenes de la despedida de sus amigos que se retiraban de la ciudad y se esparcían por los rincones del país, y el mundo, acudieron a su cabeza. Ella sonrío.
- Supongo.
Después de esa afirmación se hizo el silencio en la cocina de los Wright. Que solo fue interrumpido por la señora de la casa, como la mayoría de las veces.
- Annie, ¿Podrías ir a supermercado?, pensaba hacer una ensalada de frutas y faltan algunas.
Como si asunto suyo fuera, ella acepto, solo por alejarse de allí un rato. Subió, se puso unos jeans, una camisa de manga corta y cambio sus sandalias por unos tenis, cerca de estar lista, se acerco al espejo y miro su cansado reflejo, no tenia muchas ganas de usar maquillaje ese día. Irónicamente, tomo unas gafas de sol y supuso que era mejor que la creyesen idiota a que vieran sus ojos cansados. Atravesó el salón y justo antes de salir oyó a Zachary.
- Puedes llevar mi auto.
La mañana empezaba a mejorar para Annie Lane. El Porsche Boxster and Cayman de su padre le ganaría algunas miradas de admiración, dudaba que alguien se acercara a hablarle por ello, y eso le encantaba. Entro al garaje, inserto la llave en la ignición y decir que salió volando de su casa fue poco. A unas calles del Seven Eleven cercano sintió vibrar su pantalón. Tenía un SMS nuevo. Lo abrió.
No olvides las moras, a tu padre le encantan...
Apago el aparato y lo introdujo en su bolsillo. Charlotte si que sabia como ser desesperante. Al llegar al establecimiento, la muchacha se encontraba a punto de aparcar, cuando un hombre delgado en una motocicleta roja se puso en su camino, toco la bocina del auto hasta que el individuo se aparto. Annie Lane rogó que no hubiera rayado el auto, y antes de bajarse y obligarlo a ofrecer una disculpa, levanto la vista y observo el lugar, ya vacío.
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Nuestras Fotografías
Teen FictionLas decisiones son siempre difíciles, en especial cuando estas tienen el potencial para cambiar tu vida en tan solo unas horas. La joven Annie Lane Wrigth ha decidido abandonar todo lo que conoce para mudarse al otro lado de la costa este. Sola, se...