Nuestras Fotografías

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24 de Agosto.

En florida cerca del puerto de un club naval, el Sr. Harris, sentado sobre un sofá de cuero negro recibía una llamada de uno de sus hombres de confianza. Thomas. Se puso de pie para que la brisa del océano golpeara su rostro y habló.

-¿Como va todo?.

La respuesta que obtuvo lo sorprendió tanto que no tuvo otra opción que volver a sentarse. Hace unos veinte años, nunca hubiese imaginado su vida tal y como transcurría actualmente. Hace veinte años, quizá se hubiese pensado como un hombre bueno, pleno, realizado. Un hombre feliz. Uno con una esposa perfecta, con una piel tan preciosa como un lienzo vació. Que en cada mañana, al ver su rostro, la vida lo llevara por un recorrido de todo lo vivido con ella, lo soñado con ella... Pero el no es un hombre feliz. Hubo un tiempo en el que lo fue. Es mas, cree que en aquellos momentos fue tan dichoso que todo derecho a ser prospero se desvaneció. Se desvaneció cuando ella se fue.

Zachary sabe que es un blanco fácil ahora. Con su hija fuera de casa, incluso el es un desastre. Cuando se levanta, si es que en algún momento se acuesta, lo primero en lo que piensa es en Annie. La recuerda cuando era una niña pequeña, corriendo con su muñeca de un lado para otro sin parar. ¿Donde estará? ¿Por que no la encuentra en ningún lado? Ha utilizado muchos favores a lo largo de esa semana. Temiendo lo peor incluso a visitado una morgue sin que Charlotte se enterara. Matara a cualquiera que le toque, tiene muchos enemigos, mas el siempre se asegura de que no toquen a su familia. Todos están en la cárcel. O al menos, aquellos de los que tiene conocimiento.