La tusa impulsa a obrar vengativamente hasta a la persona más pacifica..

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La música retumbaba dentro de las paredes del aquel antro al que solían frecuentar ambos amigos, antes de que Jungkook se alejara de ese ambiente debido a que a su novio nunca le gustó que se juntara tanto con Jimin porque decía que era mala influencia, en consecuencia, Jungkok y Jimin dejaron de salir tanto como antes y mantuvieron distancia, sin embargo nunca perdieron contacto.

Tuvieron que buscar otras alternativas para seguirse frecuentando y continuar divirtiéndose.

Ahora que Jungkook veía el panorama de otra manera, se daba cuenta de que había sido un completo idiota al cambiar tanto por una persona que al final no lo había valorado, pero así era el amor, y él estaba completamente enamorado de Kyungsuk, sin embargo, él mismo se hizo cargo de que su amor por él, se fuera pagando.

Al menos ahora podía decir que estaba a un paso de ser totalmente libre de aquello que se había vuelto una cadena que le impedía expresarse libremente.

Jungkook miró alrededor del lugar desde la mesas donde él y su amigo se habían situado al llegar al lugar. Ambos habían pedido el especial de la casa y bebían sin prisa. Al hacer el recorrido vio a varios pares de ojos observando hacia su mesa, sonrió sin poder evitarlo.

—No me has dicho por qué estamos aquí.—habló su amigo gritando debido a la música.— ¿Al fin eres libre?

Volteó a ver a su amigo quién sorbía de un popote su bebida de un color rosa pastel. A Jimin nunca le había caído bien Kyungsuk, sin embargo respetaba su relación con él. "Si tu eres feliz con él, entonces estoy bien con eso" le había dicho en una ocasión Jimin.

— Me engaño.

En ese momento vio como Jimin frunció el ceño mientras dejaba su bebida de lado.

— ¿Es enserio? —preguntó sin dar crédito a lo que había escuchado.

Jungkook asintió.

— Lo descubrí hace unas horas.— vio a Jimin reír sin gracia, lo siguiente que le iba a decir le iba a encantar.— Con su secretaria.

— Maldito idiota.— Jungkook no podía estar más de acuerdo con su amigo.— ¿Y qué te dijo? Espera, ¿qué le dijiste tú? ¿Lo perdonaste? ¡Más te vale no haberlo perdonado, Jeon Jungkook!

— Claro que no, Jimin. No lo perdone.— eso pareció calmar a su amigo porque enseguida suspiró, sin embargo su ceño fruncido no desapareció.— Simplemente me daba excusas sin sentido, lo peor es que nunca se mostró arrepentido realmente, solo se justificaba con cosas que no tenían nada que ver. ¡Se hizo el digno!

— Nunca me cayó bien, pocos huevos.

Jungkook al escuchar cómo habían llamado a su novio se rió sin poder evitarlo.

— Es la verdad, Jungkook. No sé cómo pudiste aguantarlo tanto tiempo.— empezó a decir su amigo.— Tanto que hablaba de mí y mira él, ahg quisiera darle un pequeño susto, conozco a alguien que—

— Jimin, no puedes hacer nada. — le cortó Jungkook.— Sabes que pueden descubrirte y no quiero que te vea involucrado en algo malo, ¿okey?... Y la razón por la que estuve cuatro años con él es porque lo amaba, lo amo. Quieras o no, son cuatro años Minnie, que no puedo borrar de la noche a la mañana.

— Lo sé, Jungkook. Sabes que lo entiendo.— Jungkook sabía que lo hacía, porque Jimin había pasado por algo similar hacia dos años, solo que a diferencia de él, Jimin si lo había perdonado, pero como era de esperarse, lo volvieron a engañar.

"Porque si ya lo habían hecho una vez, quién dice que no lo volvería a hacer"

— ¿Entonces....?— volvió a hablar Jimin agarrando su bebida.— ¿Qué hacemos aquí?

Jungkook sonrió.

— ¿A qué más? A divertirnos.

Jimin alzó una ceja con una sonrisa ladina formándose en sus labios. — ¿Estás seguro de esto?

— No realmente.— dijo con un suspiro, pero sin borrar la sonrisa en sus labios.— Pero no pienso quedarme en la casa con Kyungsuk tratando de hacerme sentir culpable. Vine aquí a divertirme y que pase lo que tenga que pasar.

Jimin se relamió los labios pensando en lo que había dicho su amigo.

— Sabes que te apoyo en lo que decidas, pero esto no es algo común en ti.— terminó por decir su amigo.— Así que solo quería corroborar.

— Aprecio tu preocupación.— Dijo Jungkook terminando de un jalón su bebida bajo la mirada atenta de su amigo.— Sabes que no podría hacerlo sin un poco de alcohol en mi sistema.

— Sí, eres una persona muy linda como para ponerle el cuerno a tu novio.— Jimin hizo una pequeña pausa.— Y no te dejaría hacer algo como esto si yo supiera que no se lo merece, pero como no es la circunstancia...— terminó por beber de igual manera su bebida y sonrió.— Que viva la venganza.

— Estoy seguro de que no me dejaras hacer ninguna estupidez.

— Te prometo no hacer ninguna estupidez...— dijo para después hacer una pausa.— Al menos que dicha estupidez este muy bueno, que tenga un amigo y se dirijan hacia acá.

En ese momento Jungkook sintió su corazón golpear rápidamente contra su pecho, y un sentimiento de anticipación se instaló en él.

¿En serio?. Preguntó sin vocalizar, Jimin sonrió, pero antes de que pudiera responder, Jungkook sintió una mano posarse en su espalda baja y una colonia masculina que inundó sus sentidos lo dejó hipnotizado.

Pronto el dueño de dicho aroma se instaló en su campo de visión al lado de él, contuvo la respiración y un hormigueo se instaló en su vientre al ver al responsable de que sus sentidos se descontrolaran.

— Hola, esperamos no importunar.— habló el hombre frente a él sacándolo de su ensoñación, quien se encontraba de lado Jimin.— Pero nos pareció que un poco de compañía podría agradarles.

Jimin sonrió hacia al hombre junto a él.

— Que observador, soy Jimin.

— Yoongi.

Iba a hablar cuando una sutil caricia en su espalda lo hizo callar, la mano que anteriormente había sentido, en ningún momento había dejado su lugar, en su lugar empezó una caricia que le daba de todo, menos calma.

— ¿Y tú cómo te llamas?— preguntó esta vez el hombre junto a él. Ignorando por completo a la pareja frente a ellos, quienes ya habían empezado a entablar plática.

Lo primero que llamó su atención de la persona frente a él, fueron unos labios delgados y brillantes, sin poder evitarlo se preguntó si lucían así de tanto que se los había lamido, o alguien había hecho el trabajo de dejárselos así.

Su cabello por lo que pudo distinguir era castaño, sin embargo lucía despeinado, dándole un toque más atractivo, sus ojos bajaron y pudo distinguir unos brazos siendo expuestos por una camisa sin mangas holgadas, sin embargo no pudo seguir con su inspección debido a una risa ronca que lo hizo parpadear y alzar la vista, encontrándose con unos ojos oscuros que lo veían con un toque de diversión y al mismo tiempo de expectación.

Sus mejillas ardieron sin poder evitarlo al verse visto descubierto. Carraspeó.

— Soy Jungkook. ¿Y tú?

— Bien Jungkook.— Esta vez fue el hombre frente a él en darle un repaso de su cuerpo, no obstante, en vez de sentirse intimidado, una oleada de excitación lo golpeó. Culpaba al alcohol por eso. — Soy Taehyung, un gusto.

TUSA || TK ||ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora