Capítulo 2

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-Cesión fotográfica-

La mañana después de la fiesta fue... normal, como cualquier otro sábado.

Levantarme a las ocho, tomar uno de mis batidos verdes, ir tres horas al gimnasio, regresar para arreglarme e ir a mi práctica de modelaje.

Lo único «Diferente» de este sábado era que tendría cesión de fotos para una campaña con una marca de ropa bastante conocida.

Así que aquí estoy, apurada para llegar a la prueba de maquillaje y de la ropa, que si o si tenía que quedarme.

¿Que pasa con estas cesiones?

En las cesiones no te preguntan qué talla eres, tú tienes que tener la talla específica que tiene la prenda que usarás. De la única manera en la que te preguntarían tu talla es si te escogieron especial mente para las fotos porque eres un personaje reconocido y ellos quieren que tú seas quien modela la ropa. De resto tienes que ser tú quien quede en la ropa.

Mi preocupación es el hecho de que en la noche, en la fiesta, Clara me dio algo de soda mezclado con el alcohol... Las sodas o refrescos contienen mucho azúcar, que en tu cuerpo termina convirtiéndose en... Bueno, todos saben... Termina siendo la grasa que se queda en tú cuerpo.

–Necesito que conduzcas rápido Troy, si llegamos tarde será tu culpa y te lo descontaré de tu sueldo.–Dice mi madre quien se encuentra a mi lado, mirándose a un pequeño espejo que se encuentra en sus manos.

Puedo ver por el retrovisor cómo Troy rueda los ojos.

Nuestro chófer, Troy. Es un joven de aproximadamente unos veintiún años. Algo musculoso, algo de barba, ojos verdes y cabello Castaño.

–Hable con tu entrenador y me dijo que te estás cansando muy rápido... Como si te fueras a desmayar en los entrenamientos.–Dice mi madre con tono molestó mientras masajea sus sienes–Necesito que estés más atenta y dispuesta, Gwen. No necesito una chica cansada y perezosa como tú.–Me mira con el ceño fruncido.

–Pero si no he faltado una sola vez y hago mis entrenamientos completos... No entiendo...–Me interrumpe.

–¡No necesito que me respondas! Eres una grosera, eres igual a tu padre... Que cosa tan horrible.–Hace mala cara y desvía su mirada hasta la ventana.

Mis ojos arden... Si... Quiero llorar, pero respiro ondo y levantó mi mirada.

–Yo...–Levanta una mano y la pone frente a mi cara sin dejar de mirar la ventana.

–Callate, no necesito que me cuentes tus tonterías... Para escuchar estupideces puedo quedarme escuchando como tu padre se queja del mucho trabajo que tiene y como lo agobio... Agh, ustedes dos son igual de ridículos–.

En el retrovisor puedo ver cómo Troy tiene su vista puesta en mi y como me mira con su cara de «No le hagas caso» porque es lo que siempre me dice a lo que yo asiento.

...

El resto del camino solo fue escuchar a mi madre mientras me humillaba y me comparaba con ella y con otras personas.

Yo solo la ignoraba y me pasaba una que otra mirada con Troy.

Al llegar al lugar donde serían las fotos solo nos bajamos del coche y Troy me dijo en un susurró...«Te veo en un rato» y sin más me fui mientras seguía a mi madre.

Bueno, si mentí un poco...me traigo un rollito con Troy... Es el único tío que veo la gran parte de mi tiempo y que así no quisiera lo tengo que ver ya que es quien me lleva y me trae a todos lados... Pero no es nada serio.

¿Cual es el significado de la felicidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora