"VAMOS A CASA"
𝓒𝓸𝓶𝓹𝓵𝓮𝓽𝓺✔
UNA ADVERTENCIA
-Esto puede contener blasfemias, spoilers, sangre, angustia, sangre y gramática incorrecta.
No soy dueña de esta historia, es propiedad de Ken Wakui, tampoco me pertenece la historia o los oc eso le p...
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El nivel de felicidad de Chiharu se elevó al éxtasis mientras sus ojos brillantes vagaban por el festival con una gran sonrisa plasmada en su rostro.
El chico rubio blanqueado que está de pie junto a ella, dejó escapar un suspiro y apretó su agarre en la mano de su hermana pequeña, pensando que podría perderla entre la multitud si alguna vez la dejaba ir, sabiendo que ella simplemente correría descuidadamente hacia lo que tenía. interesado en él y se olvidó de él.
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"¡Vamos a comer dulces de manzana, onii chan!" Chiharu habló feliz, como cuando sus ojos se posaron en las manzanas de caramelo y comenzó a arrastrar a su hermano mayor hacia el puesto de comida, sin siquiera dejarlo hablar.
"Dos latas de manzana-" Antes de que la joven pudiera terminar sus palabras, Haruchiyo inmediatamente envolvió un brazo alrededor de su cuello y cubrió su boca con su mano para callarla.
Chiharu miró confundida a su hermano mayor, quien solo formó una suave sonrisa.
detrás de su máscara con los ojos cerrados.
"Vamos a pescar algunos peces dorados en su lugar. ¿Está bien?" Murmuró en voz baja mientras arrastraba a su hermanita lejos del puesto de comida, mientras el vendedor los observaba confundido. Sacó la mano de su boca, solo para verla hacer un puchero de enojo.
"No quiero atrapar un pez dorado".
Chiharu se cruzó de brazos y apartó la mirada de su hermano mayor, quien dejó escapar un suspiro y levantó la mano para acariciarle la cabeza. A lo que la joven inmediatamente dio un paso atrás alejándose de él.
"Y, ¿por qué estamos usando nuestro uniforme de pandillas?" preguntó, sin mirar a haruchiyo. "Debería ser yukata"."No me gusta el yukata, no me siento cómodo usándolo". El joven explicó, haciendo que Chiharu levantara una ceja hacia él. "Si no uso yukata, tú tampoco".
Haruchiyo se acercó a su hermana pequeña y estaba a punto de darle un abrazo para calmar su ira, pero de repente sintió una pequeña gota de agua en sus brazos, lo que lo hizo detenerse abruptamente y mirar hacia el cielo.
