El salón de clases estaba en completo silencio y paz, seguramente por el hecho de que Katsuki era el primero en llegar.Sus pasos resonaron por la solitaria aula de clases y el chillido de la silla al ser jalada por el para sentarse, fueron las únicas cosas que crearon un ruido dentro. Lo primero que el rubio cenizo hizo, fue agachar su cabeza y esconderla entre sus brazos en una "posición de descanso" Esto solo para ocultar su rostro de cualquiera que llegara a partir de ese momento.
Katsuki se sentía cansado, realmente no paso una buena noche. El insomnio fue su compañero fiel durante las preciadas horas de descanso que Katsuki tanto cuidaba. Quizás el hecho de que el chico nunca iba tarde a dormir hacia que cuando se trasnochara se sintiera mil veces peor de lo normal.
Tenía unas ojeras y un rostro que asustaba, así como un humor de los mil demonios.
Pobre de el siguiente alumno que atraviese la puerta y deba lidiar con las malas vibras de Bakugo.
Así como el mal humor de Bakugo de ese día tiene una explicación, la cual es su insomnio, el mismo insomnio tiene una explicación. Y es que cuando una persona tiene mucho en mente, comienza a sobrepensar y desgraciadamente eso fue lo que le ocurrió a aquel cenizo de ojos escarlatas.
No fue una buena idea el haber salido con sus amigos el día anterior. Y Bakugo no paraba de pensar en lo bien que estaría si se hubiera negado a entrar a aquel local de aura extraña. Si no hubiera hablado con la mujer de aspecto extraño, todo sería mil veces mejor para el.
—Oh, ¡Bakugo! Llegaste demasiado temprano hoy — Bakugo no se molestó en levantar su cabeza, ni si quiera en mirar a el sujeto que estaba en la puerta saludándote con tanta emoción.— No me sorprende, ¡Siempre has sido responsable!— Katsuki escucho el molestó chillido de la silla ser arrastrada y luego, como el contrario se sentaba al otro lado del aula —Y un poco grosero — Murmuró sin disimulo alguno.
Iida Tenya no era ni de cerca la persona favorita de Bakugo, al contrario, se le hacía alguien irritante y rígido, a veces sumamente insoportable.
Por suerte para Katsuki, los pasos de otras personas se hicieron presentes en la habitación. Así como charlas y risas que indicaban la presencia de sus otros compañeros de clase.
La escandalosa risa de Mina, la voz irritante de Mineta, los quejidos y suspiros constantes de Shinso, el ruido de rana de Tsuyu y muchos otros ruidos que estaban haciendo que Bakugo se irritara cada vez más y más.
—¡Maldita sea!— Se quejo para si mismo levantando por fin la cabeza de su escritorio. — Malditas mierdas ruidosas— Se quejo observando a su alrededor, chocando con la mirada de uno de sus compañeros. Aquella mirada verdosa y brillante que solo Izuku tenía para el.
—¿Sucede algo Kacchan?— pregunto Izuku mostrando aquel semblante preocupado tan propio de el. Quizás la mueca de molestia que Katsuki tenía era muy evidente y de ahí la pregunta de Izuku. Pero Katsuki, nunca se molestó en responder, solo se quedó observando los ojos verdes de Deku.
"Intensos, dulces, brillantes y hermosos"
<<— Los ojos son la parte más expresiva del rostro, ¿Sabían?— Aquella mujer tenía una voz sumamente áspera, y cada palabra que salía de ella, le daba escalofríos a los tres muchachos que atentos escuchaban
—¿Y eso que mierda tiene que ver?— Pregunto Bakugo interrumpiendo a la anciana. Kaminari y Mina le dieron un codazo a el cenizo, pero él cenizo, solo rodó sus ojos. Ya estaba cansado de estar ahí metido escuchando "estupideces".
— Por que tu hilo rojo parece tener unos ojos tan sinceros, que expresan hasta su más puro pensamiento.— La mujer pasaba sus dedos por la palma áspera de Katsuki, la sensación era extraña para el, al punto de incomodarlo. Se estaba sintiendo expuesto y vulnerable. Odiaba ese cosquilleo. — Son Verdes, grandes, brillantes y bellos. Y guardan para ti, la más sincera mirada de admiración que pueda existir.
ESTÁS LEYENDO
¿¡ᴅᴏꜱ ʜɪʟᴏꜱ ʀᴏᴊᴏꜱ!? ···𝙱𝚊𝚔𝚞𝚃𝚘𝚍𝚘𝙳𝚎𝚔𝚞··· |ʀᴇᴇꜱᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ ʏ ᴇᴅɪᴛᴀɴᴅᴏ|
FanfictionGracias a sus amigos, Katsuki fue con una gitana, una gitana con un peculiar quirk que le permitía conocer el dueño de la otra extremidad de tu hilo rojo. Katsuki no cree en esa leyenda, incluso la tacha de absurda. Pero nadie se espero que Katsuki...