Capitulo 11

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Está vez la luz no me despertó, cuando abrí los ojos la habitación estaba casi completamente oscura ya que aún hay luz colándose por el borde de las oscuras cortinas, muevo mi boca y el característico sabor de sed está en ella

Es incómodo, ni siquiera puedo mover un músculo, el dolor de tener sexo y fiebre al mismo tiempo me están destrozando, no tengo fuerza

Estuve cerca de escapar, de salir de aquí y me siento desanimado, en el instituto ambos éramos jóvenes y el no tenía la fortuna que tiene ahora con la que fácilmente podría hacerme desaparecer ¿Cómo lo lograre?

Un sentimiento extraño llegó a mi, puse toda mi fuerza en mis brazos y me  senté recargando mi espalda en cabecera a medias, entonces quite la manta

Una cadena... Hay una cadena dorada y su grillete está alrededor de mi tobillo, entonces la puerta se abrió ante mi rostro confundido, es una sirvienta que al verme rápidamente salió

Mantenerme sentado es muy difícil, mi espalda baja duele, unos segundos después entro una chica, el sonido de sus tacones acercándose a mi es bueno:

- Hola Darcy, soy la doctora Lacey

, estuve cuidando de ti mientras estabas inconsciente

Por un momento mira la cadena y aclara su garganta:

- Voy a revisarte, ¿Okey?

Solo baje mi mirada y ella se acercó tomando mi temperatura:

- Aún está en 37.5... ¿Tienes algún otro dolor?

Pongo mi cabeza en la almohada, mis ojos están pesados y aún es todo incómodo:

- Bien... Tienes que comer algo, ya tengo medicamentos para ti pero no puedes comerlo con el estómago vacío

Salió sin decir más, volvi a cerrarlo ojos y se sintió como un parpadeo pero cuando volví a mirara supe que había pasado un día, unas voces fuera llamaron mi atención:

- James te acostaste con un chico con 38 de temperatura ¿Eres algún clase de mounstro?

Me siento sorprendido:

- No sabía que estaba enfermo...

La voz de Alexander me sorprendió... Es su nombre James Alexander? O Alexander James... Me hace sentir mareado:

- ¿No sabías idiota? Tocar su frente es lo suficiente para darse cuenta que no es normal, y te atreves a hacerlo tan fuerte... Eres realmente un sádico

Me levanté, el sonido de la cadena es lo único en la habitación:

- Y que pasa con la cadena? Ahora te dedicas a secuestrar muchachos

Realmente no puedo creer que ella pueda hablarle así ¿Es más que su doctora? Tiene sentido:

- Hermana... Son mis asuntos, solo te pido que lo cuides

Por un momento hubo silencio:

- Idiota

Escucho sus tacones de nuevo hacia la habitación, ella tiene un cigarrillo en la boca y no me miro, supongo que cree que estoy dormido, entonces levanto la mirada y me vio:

- Oh... Estás despierto

Se acercó y puso su mano en mi frente:

- Mmm te pondré el termómetro

Tomo su muñeca:

- Ayúdame a salir...

Mi voz es seca, estoy sediento, ella me miro:

Entre Tu Ayer Y Mi Hoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora