Amor de otra Galaxia 《Yeongyu》

Parte 4

La mañana siguiente en el puente había muy poco para que el Capitán hiciera. La nave estelar Zion estaba canturreando como la bien engrasada máquina que era. Yeonjun estudió su curso en una representación 3D en su holo-pad. Se dirigían a través de la galaxia Forgax en velocidad warp tres en su camino a Helios en una misión diplomática. Sus órdenes incluían también la recolección y categorización de una serie de especies de plantas exóticas que se pensaba que podían tener valor medicinal. Una de estas plantas era una planta en flor que crecía solamente en la luna más cercana de Helios.

Yeonjun comprobó la entrada. Estaban muy adelantados. La luna también estaba actualmente en una órbita óptima para teletransportar un destacamento. Sería una parada conveniente y le permitiría recolectar los genitales apropiados de la planta para completar exitosamente el ritual de cortejo humano. Las negociaciones con los Helions podían durar varias semanas y estaría completamente ocupado por ellas. El Capitán estaba ansioso por hacer saber sus intenciones respecto al Oficial Beomgyu y comenzar su cortejo. Los seres humanos eran bien conocidos por ser criaturas inconstantes y Yeonjun había notado que él no era el único a bordo que encontró al pequeño rubio ser estéticamente agradable. Debido a la cantidad de potenciales rivales románticos a bordo, lo mejor era apostar su reclamación antes que tarde. Su lógica era sólida.

—Navegante Ketyan, a la luz del excelente tiempo que hemos hecho debido a su curso superior de trazado, nos encontramos con 2,7 días de anticipación. La luna de Helion está actualmente en la posición óptima para un destacamento. Haremos que la recolección de muestras se ejecute primero y luego continuar a Helios. Oficial Beomgyu, me acompañará. Su experiencia es necesaria.

La elegante barbilla del Oficial Científico se alzó y brillantes ojos azules se precipitaron a los suyos. Una sonrisa emocionada transformó sus rasgos de delicadamente encantador a increíblemente impresionante. La mente de Yeonjun quedó momentáneamente libre de todo pensamiento racional.

Su Oficial de Seguridad dio un paso adelante.

—¿Y guardias?

Los ojos del Capitán se alejaron del humano, el pequeño, indefenso y hermoso humano.

—Tomaremos diez oficiales de seguridad.

El fornido Kinslon frunció el ceño.

—La luna de Helion está deshabitada.

Era ilógico llevar tantos guardias a un planeta deshabitado en el que no se esperaba ningún hostil. El Capitán se negó a retroceder.

—Sin embargo, es prudente estar preparado para cualquier eventualidad. El ejercicio proporcionará la oportunidad de ensayar los procedimientos de desembarque con sus hombres.

—Sí, Capitán —le saludó bruscamente y se dio la vuelta.

Yeonjun se volvió hacia Beomgyu.

—Prepárate con tu equipo de muestreo. Se anticipa que abandonaremos el warp en 17,2 minutos. Desembarcamos poco después. Nos encontraremos en la sala de transporte.

—¡S-sí Capitán!

El joven humano no era tan ordenado o controlado en su excitación. Dejó su puesto sólo para volver dos veces para recoger cosas que había olvidado. Los rincones de la boca de Yeonjun se contrajeron con una sonrisa bien disfrazada.

Cuando Beomgyu apareció en la sala de transporte, vestido con su traje espacial y su casco, luchaba con dos grandes bolsas llenas de tubos de muestra y suministros. Sin decir palabra, Yeonjun se movió para quitárselas. Los delgados hombros del humano no eran adecuados para tal tarea, mientras que sus propios anchos hombros eran más que capaces. Ante la sonrisa agradecida del joven, Yeonjun asintió con la cabeza en silencio y se movió para tomar la plataforma de transporte más alejada. Beomgyu tomó la que estaba delante de él.