Parte 2

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Eventualmente, como el interés del Capitán no pudo disiparse como él predijo, se vio obligado a admitir que tal vez no fueron sólo las Razones Áureas del hombre lo que lo hipnotizó.

Se vio forzado a formular otra hipótesis para explicar el hecho de que en cada habitación y en cada situación, Yeonjun se encontraba buscando al Oficial Beomgyu y centrándose en su rostro y sus palabras, incluso excluyendo a otros. El fenómeno era ilógico, pero persistente.

El día cuatro, él decidió que era la coloración única del joven humano. Era una adaptación evolutiva para el ojo ser atraído a colores brillantes y diferentes. Si uno dibujara un punto amarillo en un campo negro, el ojo naturalmente gravitaría a ese punto focal. El pelo y los ojos del Oficial Beomgyu se destacaban de una manera similar. Su cabello era de un oro brillante. Era suave y resplandeciente, denotando una buena nutrición y juventud. Yeonjun pensó que tal vez se sentiría como seda. Era una adaptación ilógica. El pelo de tal color y textura era completamente inútil como mecanismo defensivo o como protección UV. El pelo de la mayoría de las especies era negro y grueso. Era útil. El pelo suave y sedoso sin melanina no lo era. Como tal, naturalmente, se destacaba y atraía el ojo.

Y sus ojos, por supuesto, eran un color igualmente hermoso, pero inútil. Con apenas una pizca de melanina para proteger sus retinas de abrasarse, el Oficial Beomgyu habría sido cegado casi inmediatamente por los intensos soles duales del mundo natal de Yeonjun. Hizo una nota para asegurarse de que su Oficial Científico estuviera equipado con la óptica adecuada para evitar una lesión.

El día seis, el Capitán decidió que debía de ser la piel única del humano lo que le intrigaba, ya que a menudo encontraba sus ojos descansando en la nuca del Oficial Beomgyu o trazando la delicada hendidura de su muñeca desde el otro lado de la habitación...

Su piel era la más intrigante de todas. Era, para decirlo con claridad, completamente inútil como una cubierta protectora. Era delgada y sensible y delicada, y también terriblemente carente de pigmento protector. Lo que más fascinaba a Yeonjun era su suavidad. La mayoría de las otras especies, incluyendo la suya, tenían pieles ásperas y texturizadas. Incluso aún, la salud se denotaba generalmente por una textura consistente. La piel lisa era considerada la más atractiva en la mayoría de las especies. No había especies con piel tan suave como la de Yeonjun. La superficie de su prístina y pálida piel era impecable.

Prácticamente rogaba que la tocasen.

Al igual que muchas especies, Beomgyu tenía vello en los arcos superciliares para prevenir que el sudor y desechos cayeran en las órbitas oculares y tenía pelo en la parte superior de la cabeza para mantener el cuero cabelludo caliente. Yeonjun se preguntó dónde más podría tener cabello. No había ninguno visible en su cuello o manos.

La mayoría de las especies tenían pelaje que cubría sus extremidades que se hacía más grueso cuando se acercaba al centro del cuerpo. Esa era la disposición lógica. Como todo lo demás acerca del joven oficial desafiaba la lógica, Yeonjun aceptó que era improbable que los folículos humanos estuvieran dispuestos de tal manera.

Podría haberlo investigado en la computadora de la nave, pero la curiosidad de Yeonjun era específica de su Oficial Científico y, por lo tanto, requería más personalizados esfuerzos exploratorios.

Necesitaba ver lo que había debajo de ese estrecho y apretado uniforme. Era simplemente para calmar su curiosidad para que pudiera salir de esta fijación.

Hizo un exhaustivo estudio del horario del humano. Cuando el humano estaba de servicio era puntual a cada cita y siempre en su puesto cuando se esperaba. Sin embargo, el Oficial Beomgyu no parecía adherirse a ninguna rutina específica cuando estaba fuera de servicio.

Amor de otra Galaxia 《Yeongyu》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora