Parte 1

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Yeonjun envolvió ambas manos alrededor de la caliente taza. Suspiró con placer cuando le dio un largo trago.

—Esto está muy bueno, Beomgyu. Haces el mejor chocolate caliente del mundo.

Beomgyu resopló, uniéndose a su amigo en la mesa. —Oh sí, se necesita un título de chef para calentar chocolate y añadir los polvos, —dijo rodando los ojos exageradamente.

Yeonjun rió. —Me haces partirme de la risa. Gracias por dejarme venir.

—¿Por qué no lo haría?

—Bueno, es demasiado pronto para aceptar visitas, especialmente una que se queja. Sé que debes de estar cansado de escucharme quejarme de mis novios después de que los deje.

—Sabes que mi día empieza pronto, de modo que no es gran cosa. Además, sabes que te dejo entrar. No te habrías enfrentado al frío por algún chocolate caliente si no lo supieras.

Yeonjun resopló y brindó con él con la taza. —¡Tienes razón!

—Todo bien, estás caliente. Dime que pasó esta vez.

La risa de Yeonjun continuó mientras sacudía la cabeza y bajaba su taza. — No lo sé, Gyu. Sólo no era el correcto para mí. Como todos los otros supongo.

Beomgyu bebió de su propia bebida. —Mmm.

Totalmente de acuerdo, no sorprendido del todo con las palabras de Yeonjun. Ninguno de los hombres con los que había salido Yeonjun eran buenos para él. Eran o demasiado jóvenes o demasiado salvajes y todos ellos sólo querían estar a su alrededor porque era una estrella en alza. Ninguno de ellos quería estar realmente con él, sólo estar con él. Preferían que Yeonjun les comprara regalos caros que pasar tiempo con él, y ninguno de ellos era fiel.

Al final de la relación, Yeonjun quedaba con el corazón destrozado y con la cuenta del banco reducida.

—Todo lo que Sunghoon quería hacer era ir de fiesta, —dijo Yeonjun, apartando los pensamientos de Beomgyu—. Quiero decir, no me confundas. Me gusta una fiesta de vez en cuando, pero cada noche es de locos. —Se detuvo para bufar y beber su bebida—. Es tan duro de mantener. Quería que pagara por todo, pedía todo lo que veía en cada escaparate, y quería que le presentara a todo el mundo que veíamos en las fiestas, también. Y me arrastraba acosando a otros músicos y cantantes cuando sólo estaban tomando algo y relajándose. —Yeonjun suspiró y se hundió en su silla—. Era tan cansado.

Beomgyu asintió. —Hmmm, de modo que lo dejaste.

—Sí, hombre. Me estoy volviendo demasiado viejo para jugar a este juego.

—¿Demasiado viejo? Jun, sólo tienes veintisiete, un año más que yo.

—Bueno, creo que eso es demasiado viejo para estar soltero. Estando tan cerca de los treinta no son nada para impresionar, es un poco patético. Sí, tengo dinero, coches, popularidad, pero nada de eso me mantiene caliente por la noche. —Miró abajo cuando giró el líquido de su taza—. Y-Yo quiero una familia, Beom. Alguien con quien ir a casa, un hombre y una mascota. No un gato, son demasiado taimados. No me gustan. Quizá un perro. Sí, me gustan los perros. De todos modos, sabes lo que quiero decir, ¿no?

¡Chico, lo sé!

—Sí, Jun, sé lo que quieres decir, pero creía que este Sunghoon era especial para ti. Has estado con él más que con los últimos dos. ¿No lo ibas a llevar contigo de gira?

Se sentó y alejó la pregunta de Beomgyu. —Oh, eso. Sólo iba a llevarlo porque estaba cerca de Cleveland, y podría hacerse fotos. —Se encogió de hombros.

Hummph, otro modelo. Lo imaginaba. Beomgyu giró la cucharita en su taza intentando no hacer rodar sus ojos.

—No es por eso por lo que lo mantuve tanto tiempo, creo.

Fall In Love With My Best Friend 《Yeongyu》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora