¿ Saldrías conmigo ? ( Wanda x Ikaris ).

Capitulo Único.

Ikaris se aseguro de que no tuviera nieve pegada a la ropa antes de agarrar la manija de la puerta de madera con una ventana de vidrio empañado por el clima invernal. Echo un rápido vistazo a su propio reflejo para comprobar que no se hubiese despeinado en algún momento del camino , y dando un profundo suspiro finalmente tiro para abrir la puerta.

Entro e inmediatamente el aroma delicioso y exquisito del café recién acompañado por   cruasanes acabados de salir del horno inundo sus fosas nasales. Enderezo la espalda y se abrió paso , con una postura perfecta que esperaba no delatara su nerviosismo , a través de las mesitas redondas hasta llegar al mostrador.

Cuando llego a su destino se encontró con una cara familiar y la razon por la que venia a ese sitio en primer lugar.

Una chica de hermosa piel clara dueña de una envidiable figura esbelta y delicada con unos preciosos ojos verdes que contrastaban con una larga y ondulara cabellera castaña que le llegaba hasta la mitad de la espalda. La etiqueta enganchada a su pecho decía que su nombre era Wanda , Wanda Maximoff. Sin embargo Ikaris no necesitaba leerlo para saberlo , pues despues de sus primeras tres visitas era capaz de recordar ese nombre junto con todas las veces que la chica le habia sonreído incluso mientras dormía.

- Hola - lo saludo Wanda con una sonrisa como era habitual.

- Hola -  respondió el devolviéndole la sonrisa con una propia  mientras se apoyaba en el mostrador tratando de actuar lo mas casual posible para no arruinar aquello que habia estado planeando durante casi una semana.

- ¿ Lo de siempre ? - pregunto la castaña lista para preparar su pedido.

- Si , por favor - contesto el viendo como Wanda agarraba una taza de debajo del mostrador y se daba la vuelta para preparar el café.

- Sabes , he notado que vienes aquí bastante a menudo incluso mas que el cliente habitual - hablo la chica aun concentrada en su tarea e Ikaris agradeció que le estuviese dando la espalda o de lo contrario hubiese visto lo tenso que se puso debido a su comentario.

- Si - respondió Ikaris haciendo una pequeña pausa para morderse el labio inferior - Es que este lugar ... es bastante agradable - 

- Si , supongo que lo es - dijo Wanda dándose la vuelta y por un momento sus ojos verdes se encontraron con los suyos robándole el aliento como ninguna otra mujer lo habia hecho desde que se graduó de la universidad. 

A sus treinta y cinco años Ikaris podía decir que nunca antes habia conocido a nadie como Wanda Maximoff. La chica lo habia fascinado desde el primer momento en que la vio y el se dijo que seria un completo tonto si se iba otra vez de esa cafetería sin haberle pedido una cita , por lo que armándose de valor se dispuso a hacerlo.

Era ahora o nunca.

- ¿ Saldrías conmigo ? - pregunto y al oírlo la castaña casi dejo caer la taza.

- ¿ Que ? - respondió chica mirándolo como si de repente le hubiese  salido un tercer ojo.

- ¿ Te gustaría salir  conmigo ? - repitió Ikaris - Ya sabes ,  en una cita -

Los ojos de Wanda parecieron triplicar su tamaño y por primera vez Ikaris la vio sonrojarse y ¡ Diablos ! Ella se veía tan linda que el tuvo que clavarse las uñas en las palmas de las manos para evitar pellizcarle las mejillas algo que seguramente ella no aprobaría tan pronto.

- Yo ... no lo se - murmuro la castaña mordiéndose el labio inferior como si quisiese comprobar que nada de eso era un sueño.

- Anda , di que si - la insto Ikaris dedicándole la sonrisa mas atractiva que poseía y guiñándole un ojo -  Te prometo que no te arrepentirás -

Hubo un pequeño momento de silencio antes de que Wanda finalmente decidiese responder.

- De acuerdo - dijo con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios color cereza mientras colocaba el café que el habia pedido sobre el mostrador de madera  - Por cierto , son $2, 45 - agrego inclinándose para depositar un casto beso en su mejilla antes de irse a atender a otro cliente recién llegado.

- Pagaría un millón de dólares solo para que volvieras a besarme - susurro Ikaris sin pensarlo y por la pequeña carcajada que oyó no muy lejos de allí supuso que Wanda lo habia escuchado.