Nobody Like You [Taelice] [Taerose]

Six

VI. Biblioteca.

Los nervios del chico estaban a tope, sus manos sudaban y su cuerpo no podía quedarse quieto. Jamás se había sentido así antes de hablar con una chica.

Estaba frente a una biblioteca antigua, el edificio no era tan grande ni sorprenderte pero parecía ser un lugar acogedor.

Después de pensarlo unos minutos, el pelinegro soltó un pequeño suspiro y decidió entrar.

Taehyung estaba ligeramente sorprendido, era poco común que las chicas de su clase social tuvieran un trabajo, y por lo que le dijo Namjoon, Lalisa pertenecía a una de las familias más adineradas de Tailandia y Corea.

Había pocas personas adentro, y la mayoría eran estudiantes; el lugar estaba en silencio pero aún así nadie le tomó importancia a su presencia. Cuando caminó hacia el mostrador logró divisar la cabellera castaña de la chica.

La linda tailandesa escribía rápidamente cosas en el cuaderno que estaba sobre el escritorio, parecía muy concentrada por lo cual tampoco notó la presencia del chico.

— Oye. — Pronunció Taehyung intentando parecer tranquilo. Lisa levantó la mirada con una sonrisa, pero al reconocer el rostro del chico lo miró con una mueca. — Al menos deberías de disimular un poco. — Menciona amargamente.

— Yo no soy una persona a la que le guste fingir, si alguien no me agrada no lo oculto. — Lisa volvió a hacer una mueca y continuó escribiendo.

— ¿Podemos hablar? Haces que todo sea más difícil. — Taehyung miró fijamente a la chica intentando intimidarla, pero ella simplemente soltó una risilla.

— Debo de admitir que tu mirada es muy molesta, pero no me importa lo que tengas que decir. — La castaña se levantó y se alejó del chico.

Taehyung tuvo el impulso de marcharse y no volver, de todos modos la chica se estaba haciendo del rogar. Pero cuando miró a Lisa sonriendo cálidamente mientras le explicaba algo a un niño su corazón dejó de lado aquel impulso de irse.

— Necesito hablar contigo. — Volvió a repetir intentando sonar amable.

— Los libros de animales están en el estante de la esquina. — Ignoró Lisa atendiendo a otro estudiante.

— Eres muy terca.

La tailandesa nuevamente ignoró al chico y empezó a caminar hacia unos estantes, donde empezó a acomodar los libros.

— ¡Por favor! Jamás he hecho esto, así que te deberías de sentir afortunada. — Taehyung tomó del brazo a Lisa, para que no pudiera escapar.

— Bien. — Respondió suspirando cansada. — Pero podremos hablar hasta la noche que es cuando termina mi turno. Estoy trabajando ahorita y si llegan a ver qué habló con alguien me pueden sancionar.

— Claro, yo te espero. — Taehyung sonrió levemente y se sintió más tranquilo.

[...]

Varias horas habían pasado, y la espera estaba desesperando al chico. Llevaba tres horas sentado en un banco sin hacer nada, había intentado leer pero nada le llamaba la atención, solamente en algunas ocasiones se concentraba en la tailandesa, la cual siempre estaba movida atendiendo clientes o acomodando cosas.

Lisa estaba acomodando los nuevos libros que habían llegado, no necesitaba ayuda de escaleras ya que al ser alta podía alcanzar sin mucha dificultad la parte de arriba. Estaba concentrada en su trabajo hasta que escuchó una silla moverse, dirigió su mirada curiosa hacia el ruido y se dió cuenta que aquel chico se había ido.

¿Estaba decepcionada? No, ¿Sorprendida? Tampoco.

Soltó una pequeña risa triunfante ya que su plan había funcionado y siguió trabajando.

Una hora después el turno de Lisa terminó, y ya por fin podía irse a su casa. Salió cerrando con llave y empezó a caminar, todo el ambiente era tranquilo y eso le gustaba a ella.

— ¡Oye! No te olvidaste de mi ¿Verdad? — Taehyung corrió hacia Lisa con una sonrisa, su rostro estaba pálido y sus mejillas rosas debido al frío.

— ¿Estuviste esperándome afuera? — Lisa no pudo ocultar su asombro y preocupación, el aire estaba más fresco de lo normal.

— Sí, creí que podría molestarte si seguía adentro así que decidí dejarte trabajar tranquila.

— Supongo que gracias. — Lisa sonrió incómoda, ahora ella era la grosera. — ¿Y de que querías hablar?

— Ah, eso. — Taehyung se rascó la nuca nervioso. — Te quería pedir perdón por el comportamiento que tuve la vez pasada. — Se disculpó, pero no miraba a Lisa ya que le daba pena.

— Ese día mi amiga se enojó conmigo porque no la esperemos en el restaurante. — La castaña sonrió al recordar a Jisoo enojada. — Pero no pasó nada grave, así que no te tienes que disculpar conmigo.

— Ah, entonces lamento molestarte el día de hoy. — Taehyung se veía muy tierno disculpándose por lo cual Lisa sonrió ligeramente, y comprendió que aquel chico frío y grosero era solamente una fachada.

— No, tú visita hizo que mi día pasará más rápido, además agradezco tus intenciones. — La tailandesa miró el cielo estrellado. — Pero no te deberías de disculpar conmigo, a quien le debes una disculpa es a Rosé ya que ella era tu cita, no yo que ni siquiera te conozco.

Auch, eso sí había dolido.

— Entiendo. — Y la actitud fría de Taehyung volvió.

— Ahora que todo quedó aclarado creo que ya me puedo ir. — Lisa miró al contrario e hizo una reverencia.

— Espera, ¿Te acompaño a tu carro? Tú chófer te debe de estar esperando. — Menciona con burla. El Taehyung arrogante estaba volviendo. 

Lisa le respondió con una fuerte risa y él la miró confundido. — ¡Obviamente! Mi chófer debe de estar muy preocupado. — Dice sarcásticamente. — No tengo carro.

— Típico, estoy seguro que no sabes manejar.

— Deja de suponer cosas si no me conoces. — Lisa intentaba tomar con humor los comentarios innecesarios del chico. — Prefiero el autobús, me siento más tranquila.

— Oh. — Cada vez estaba más sorprendido. — Entonces...

Taehyung quería decirle a Lisa que si la llevaba a su casa, pero el jamás había hecho algo parecido así que se quedó callado.

— Me debo de ir, ya es un poco tarde. — La castaña arrancó un pedazo de papel del cuaderno que llevaba en la mano, sacó una pluma de su mochila y escribió algo rápidamente. — Rosé se sentirá muy bien si tan sólo le dices un "lo siento", nunca guarda rencor así que aceptará hablar contigo. — Con una cálida sonrisa le entrega el papel al pelinegro. — Sin ofender, pero espero no volverte a ver.

No esperó a que respondiera y se alejó corriendo. Lisa no lo quería admitir, pero, Taehyung tenía encanto cuando dejaba salir su verdadera personalidad.