Cap. 3

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La noche pasó demasiado rápido y aunque la hospitalidad de Ran hizo que me sintiera cómoda casi al instante, la llegada del día me recordaba que estaba aquí por una razón no tan feliz, así que mientras miraba a través de esta ventana pensaba en que tenía que ir a mi apartamento y sobre todo, tenía que ir a visitar por primera vez en todos estos años la tumba de Keisuke y si soy honesta no se si pueda soportarlo.

-Buenos días - hablo una voz grave a mis espaldas.

-Hola, buenos días - voltee y le dedique una sonrisa.

-Que tal tu primera noche? Dormiste
bien? -preguntó amable.

-Claro, muchas gracias por recibirme en tu apartamento- quería sonar lo menos nerviosa posible pero en verdad era un hombre imponente y su mirada me intimidaba mucho.

-No es nada, al contrario es todo un placer para mi ser el primero en recibirlos - sonrió- Veo que ya estás tomando café, tienes hambre? que se te antoja para el desayuno? - me dedico una mirada más amable y entonces me relaje; de verdad puede existir alguien tan lindo e intimidante a la vez?.

-Oh si, me tome el atrevimiento de prepararlo, pero para el desayuno decidí esperarlos a ustedes, así que pueden decidir por mi, comeré lo que sea - seguí sus pasos a la cocina y tome asiento frente a la barra.

-Bueno pues preparare algo, espero que sea de tu agrado -asentí y tome de mi café mientras observaba lo que el hacía - Seguramente extrañabas la comida de aquí no?.

-Si, hace bastante que no venía y extrañaba muchas cosas - me recargue un poco en mi asiento -Quieres que te ayude con algo?.

-No, tú eres mi invitada, así que por favor solo aguarda un poco, cocinaré rápido- me guiño un ojo y me dedico otra más de sus sonrisas.

-Pero mira, si no has cambiado nada, sigues igual de coqueto ehh - entro burlándose Sanzu a la cocina - A mi que me harás de especial para el desayuno? - se colocó frente a Ran y le dedicó su mirada más tierna, o al menos lo intento.

-Solo soy amable, es diferente -Ran se defendía mientras cocinaba de manera rápida, era realmente un lujo poder verlo todo desde mi lugar.

-Bueno pues guarda tu amabilidad, que mira como tienes a esta pobre chica, le has dicho 2 palabras y babea por ti - me sonroje ante ese comentario y los dos se rieron de mi.

-Que gracioso eres, mejor ayudemos con el desayuno - me levante y entre mi amigo y yo tratamos de ayudar en todo lo que pudimos, luego nos sentamos y tuvimos un desayuno tranquilo con una platica muy normal, al parecer Ran tenía un hermano y tenía que verlo por la tarde así que se ofreció a llevarnos antes a mi apartamento para no cargar con tanto equipaje.
Y así fue, más tarde estaba subiendo mis pertenencias al carro de Ran y cuando por fin llegamos a mi apartamento trataba de convencer a Sanzu de irse con el, yo sabía cuantas ganas tenia de verse con sus amigos.

-Estás segura que estarás bien? -dijo mientras colocaba mi maleta frente a la puerta.

-Estoy segura, ve y diviértete, yo limpiaré un poco, seguro dentro hay un desastre.

-Está bien, más tarde te llamaré y te daré noticias sobre tu mascota, al parecer ya se como traerla aquí contigo -sonrió.

-Genial, eso me hace sentir más tranquila; ve que te están esperando -le sonreí de vuelta y después se marcho, así que, iba a enfrentar esto sola. Busqué las llaves dentro de la maleta y cuando traté de abrir la puerta mis manos sudaban y temblaban mucho, pero al final la puerta se abrió dejándome pasar, adentro todo estaba obscuro, pues las ventanas tenían cortinas que tapaban la luz del día, arrastré mis cosas y prendí la luz del lugar.
Cuando todo se iluminó algo dentro de mi se rompía, todo seguía igual que hace años, en el mismo sitio, la única diferencia era el polvo que indicaba lo abandonado que estaba este sitio, caminé hacia la sala y entonces lo vi, aquel cuadro colgado con una fotografía de nosotros, de la primera vez que estuvimos aquí.

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