Cap. 3 (1.2)

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Decir que todo el personal y estudiantes notaron el repentino aumento de peso de Luz era poco decir.

En las semanas siguientes, la chica latina se había hinchado de una joven atlética, a una masiva perezosa, viéndose de casi 100kgs. Luz tenía una figura de manzana, redonda y regordeta, esto añadido a su alegre personalidad.

Sus brazos y piernas eran grandes, a penas entrando en las mangas de su uniforme escolar. Ya había obtenido la talla más reciente del uniforme, aún así, era bastante cómodo. El espacio entre sus piernas ya no existía, frotándose una contra la otra cada que caminaba. Con cada paso que daba, su cuerpo temblaba y rebotaba. Así como su peso aumentaba, también sus pechos. Estaban apretados en su uniforme, el botón a penas resistiendo. Su trasero era igualmente grande, levantando su corta falda hasta donde su ropa interior era casi visible. Pero lo mas grande de todo era su panza. Usualmente, los uniformes tienen una cinta al rededor de la cintura. Pero debido a la masiva figura del abdomen de Luz, cualquier intento de usar uno era inútil. Su estómago sobresalía del uniforme, mostrando un poco de su panza, que se tambaleaba al caminar.

Mientras Luz se dirigía a la cafetería para encontrarse con sus amigos, no podía dejar de notar las miradas y susurros. Varios de los estudiantes se susurraban cuando ella pasaba. Luz se sentía avergonzada, enrojecida. Al entrar en la cafetería, sólo empeoró. Todos la observaban y volvían a los suyo. Luz, buscando ignorarlos, se hizo camino hasta la mesa donde suele convivir. Ahí, Willow y Gus se sentaron, sus dos mejores amigos.

Antes, Willow era la mas grande del grupo. Pero ahora, comparada con Luz, ahora sería una modelo.

Luz se sentó a la mesa, donde todo se puso... un poco incómodo, por decir algo. Luz usualmente hablaría sin parar con sus dos mejores amigos, pero hoy se sentía... inusual. La tensión era mas notable que Luz, por decir poco. Luz podía sentir los ojos de todos sobre ella, incluso sin tener que verlos.

''¿No vas a comer nada, Luz?''. Preguntó Willow, rompiendo el hielo.

''Umm... No gracias. No tengo hambre''. Luz contestó, su barbilla sobre la palma de su mano descansada sobre la mesa. Golpeteando la mesa con sus dedos.

Willow y Gus ralmente querían hablar con su amiga, par animarla. Pero no podían ignorar que había gato encerrado.

Muchos de los habitantes de Huesosburgo, Willow, Gus y todods en Hexside, justificaron todo como una condición humana. Gus, el experto en humanos (o eso dice él) usualmente le preguntaría a Luz sobre los humanos y sus funciones. Pero esta vez, estaba mudo.

Era una pregunta difícil de hacer. Ni Willow, ni Gus querían herir los sentimientos de su amiga. ¿Qué podían decir? Quedarían como completos idiotas. La tensión sólo empeoraba.

Eso hasta que Amity apareció.

''¡Hola, Luz!''. Sonrió Amity, sentándose junto a su novia. Rápidamente estudió la habitación, viendo a todos los estudiantes al rededor, después a Willow y Gus. Ambos sonrieron de forma torpe, Willow saludándole. ''¿Pasa algo?''. Preguntó Amity. Mirando a Luz, quien no parecía ser ella misma. ''No has comido nada. ¿Estas bien?''. Preguntaba Amity.

Luz la miró con una sonrisa forzada. ''Estoy bien''. Le respondió.

Amity sabía que su sonrisa no era genuina. Ella conoce la sonrisa de Luz y esta definitivamente no lo era.

''De acuerdo, ¿Qué sucede?''. Suspiró, Amity.

Ahí es cuando observó a todos en la cafetería, susurrando entre ellos. Toda la atención sobre ellas. Ó, específicamente, sobre Luz.

Inmediatamente, su sangre comenzó a hervir.

Mentiría si hubiera dicho que no notó la repentina reputación de Luz en la escuela. Luego de subir todo ese peso en tan poco tiempo, cualquiera lo hubiera notado, pero eso no impedía que Amity odiara cada minuto de esto. Lo último que ella quería es que se burlaran de Luz. Ya tenía bastante de eso en su propio mundo, por lo que le había contado.

El aura de furia y sed de sangre de Amity acalló a todos, irguiéndose rapidamente en sus asientos, regresando a sus almuerzos, evitando a la aterradora bruja de cabello purpura.

Intimidaba a todos, menos a una.

''Guau, ¿Cómo puedes soportar estar junto a ella?''. Se escuchó una voz en el fondo. Amity se giró para ver a la bruja demonio de tres ojos.

''Boscha...''. Dijo, Amity con desprecio. ''No hables de ella de esa forma''

''Umm... ¿Cuándo empezaste a salir con vacas marinas?''. Preguntó, Boscha. ''Quiero decir, sí, era delgada en sus primeras citas. Pero, de repente, se infló. Si fuera tu, la dejaría. Es la única forma de salvar tu reputación''. Declaró.

''Excepto que tú no eres Yo. ¡Así que mejor cállate!''. Respondío, Amity, violentamente.

''Sólo digo la verdad. A menos que quieras ser vista como alguien que le gustan las gorditas''. Advirtió, Boscha. ''¡No puede ser! ¿Te gustan, cierto? Te atraen las personas como ella, ¿no?~''. Se burlaba.

Inmediatamente, Amity se tornó completamente roja, por ambas causas, furia y pena.

''¡Déjalas en paz, Boscha!''. Gritó, Willow, levantándose.

''Ay, por favor, casi bruja, ¿Qué vas a hacer? Además, puedo ver por qué aún te juntas con ella. Te ves como... Super delgada, comparada con la humana. Mayormente''. Insultó, Boscha. ''Honestamente, ¿Qué te pasó humana? ¿Cómo una chica pasa de ser delgada a un enorme costal de grasa en sólo unas semanas?''. Preguntó, pellizcando la barriga de Luz y sacudiéndola. ''Quiero decir, ¡Mira todo esto! Es desagradable''. Sujetó el estomago de Luz, apretujándola.

El rostro de Luz estaba completamente rojo, estaba atónita. ''Y-yo...''

''¡¡DEJALA EN PAZ!!''. Amity gritó y empujó a Boscha. Inmediatamente tomó la mano de Luz, ambas huyendo fuera de la cafetería.

•••

La GRAN Novia de AmityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora