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-Todo listo, señor

-Perfecto. Ya me imagino la cara que pondran los White cuando la leen.- Se llevó el cigarro a la boca e inhalo.-Pero cuando hagan algo...-Hizo una pausa y luego exhalo, sacando todo el humo de sus pulmones.-Será demasiado tarde.

-Jajajajaja- Ralph rio cruelmente.

-Son unos imbesiles. No podran con migo-rió el hombre de barba.

-Señor ,y si se enteran que es usted quien esta amenazandolos. ¿Qué va hacer?

-Yo no amenazo, solo torturo. No tienen porque enterarse, ¿o si?.

Ralph solo se quedó callado.

El hombre de barba se sentó en su sillón favorito; de piel, color marrón, un poco desgastado por los años, situado frenta a la televisión, vieja y llena de polvo.

Pensó un momento, se paró y caminó hasta Ralph, que se encontraba en la ventana observando a los niños jugar.

-Preparate Ralph, vamos a salir,-dijo el hombre de barba tirando su cigarro por la ventana.

-¿A dónde vamos?
-A cumplir nuestro objetivo.

Ralph solo sonrió.

SicosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora