14: Tulipanes

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Iban para el segundo día y Yibo seguía en cama, aunque ya se sentía mucho mejor, su cuerpo aún dolía cubierto de gasas y vendas que lo ayudaban con las heridas que habían dejado los trabajadores de su padre. Le hubiera gustado no tomarse esos días descansando, pero Xiao Zhan y JiYang lo habían obligado, aunque solamente bastaron las palabras de Xiao Zhan para hacerlo entrar en reposo.

Claro que había terminado sumamente herido, tal vez porque había sido golpeado por varios hombres que tenían el doble de su masa corporal, él no era tan musculoso pero sabía defenderse, el problema es que no pudo contra todos, y sinceramente ni siquiera se esforzó por vencerlos.

Era mejor quedarse quieto y recibir las consecuencias para terminar más rápido.

Durante esos dos días, Xiao Zhan era quien cuidaba de él, solamente algunas veces, pues también JiYang tendían a pasearse por la habitación para ver que tal estaba. Y no iba a mentir, le encantaba tener a su omega cuidándolo, que le recordara tomar sus medicamentos, medicamentos que fueron especialmente comprados por Xiao Zhan para él, era feliz con sólo ver al omega entrar para traerle un poco de comida, lo mejor de todo es que por lo regular Xiao Zhan era quien cocinaba. También le gustaba que cambiara sus vendas constantemente y preguntara cada vez que fuera verlo el cómo seguía.

Solamente por eso le gustaba estar tendido en una cama después de una golpiza.

Había valido la pena cada maldito golpe, pues al final, Xiao Zhan se quedó con él.

Tal vez no era lo mejor, pero no podía negar el hecho de que no sería feliz viendo como su padre o sus trabajadores golpeaban a su omega.
Seguramente era un idiota, por querer defender a su omega, recibiendo golpes de parte de su padre como un castigo por ceder tan fácilmente ante un omega, cuando él era un Alfa. Pero, aunque fuera una completa idiotez para su madre, el amor que Yibo sentía por Xiao Zhan era más fuerte que cualquier cosa.

Y ese siempre sería el problema.

Lo único cercano a tener una vida normal, sin la mierda que lo rodea, era Xiao Zhan. Ese omega siempre sería su hogar seguro. Aunque sabía perfectamente bien que nunca podría tener una vida tranquila, quería hacer su mayor esfuerzo por intentar tenerla.

La puerta de su habitación fue abierta por JiYang, el omega entró en la habitación y miró a su amigo, quien aún se encontraba sentado sobre la cama.

-¿Y cuándo piensas pararte de ahí?- preguntó JiYang levemente molesto.

-Cuando me sienta mejor.

-Ja, por supuesto que no, te gusta tener tu trasero ahí y que otros hagan el trabajo por ti- reprendió JiYang.

Yibo soltó una ligera sonrisa y asintió para darle la razón a su amigo.

-Eso es cierto, me gusta estar en cama.

-Ahh...- suspiró el menor -, sabes... durante estos días Xiao Zhan a estado más tranquilo de lo normal, creó que piensa que es su culpa, el que te hayan castigado de esa manera, que te hayan golpeado hasta que perdiste la consciencia. Creó que se asustó tanto como nosotros.

-Si bueno, ¿qué esperabas de mi padre? Es un animal- le respondió, mirando fuera de la ventana, intentando evitar la mirada de JiYang.

-¿Por qué carajo hiciste eso, hermano? Dios mío, simplemente hubieras dejado que...

-¿Hubiera dejado que golpearan a Xiao Zhan? Mierda, no vengas a decir estupideces, sabes que nunca lo hubiera permitido.

-Increíble, ese omega te trata como mierda y tu lo tratas como un príncipe.

𝐂𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀 | ʸⁱᶻʰᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora