18: Viajes

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El agua de la tina estaba perfectamente en su punto, ni muy fría ni muy caliente. Xiao Zhan se quitó la ropa que traía puesta para poder meterse a bañar, su cuerpo se relajó cuando estuvo completamente dentro del agua, aún tenía mucho sueño y no había podido descansar nada bien.

Por alguna extraña razón no podía conciliar el sueño durante las noches, así que algunas veces se quedaba despierto.

Después de haberse enredado en la cama con el Alfa y haber dormido dos noches seguidas en su habitación, de nuevo se cambió a su recámara una vez que ya todo estuvo en orden una vez más.

No hubiera tenido ningún problema con quedarse más noches con Yibo, pero su paciencia llegó a su límite cuando la segunda noche el Alfa quiso volver a hacerlo. Y es que ya no podía, Yibo parecía no tener compasión de él.

La primer noche que durmieron juntos, fue el mismo día que lo hicieron, y esa misma noche volvieron a hacerlo una vez más, y luego al día siguiente en la mañana, y una vez más por la noche.

Xiao Zhan no se había negado, pero si seguían durmiendo juntos, quien terminaría mal entre los dos sería él y no Yibo.

Ni siquiera se había recuperado del todo por la primera vez, y ahora tenía que lidiar con un Alfa que parecía estar en celo, aunque claramente no lo estaba. No quería ni pensar como sería cuando lo estuviera.

Aún después de unos días, su cuerpo seguía doliendo. Parecía nada, pues la otra vez no le interesó para nada su condición mientras aceptaba sin problemas hacerlo. Pero justo ahora su cuerpo estaba reaccionando.

Hundió todo su cuerpo en la tina llena de agua espumosa, dejando solamente la mitad de su rostro fuera del agua. Se quedó ahí pensando claramente en que diablos le había pasado a su fuerza de voluntad, la cual claramente se había ido al carajo.

¿Tan necesitado estaba que ni siquiera lo pensó dos veces al abrirle sus piernas al Alfa?

Una parte de él quería admitir que tuvo un declive, que fue un error y que no volvería a pasar. Pero evidentemente ya no había manera de fingir que nada pasó cuando ya lo habían hecho más de una vez. Sería demasiado hipócrita de su parte.

Cuando dijo que quería llevar su relación con Wang Yibo hacia adelante, no creyó que avanzaría tan rápido. Aún estaba confundido, sus sentimientos ya estaban claros es una sola cosa: lo quería, le tenía cariño y amor, sobre todo lástima. Pero aún no estaba en paz totalmente.

A su mente volvieron varios sucesos de hace tiempo, como por ejemplo, ¿quién le había enviado las fotos del Alfa y aquel omega en el hotel? ¿y cuál era el propósito de todo eso? ¿quién era Song Weilong y por qué todos le decían que se alejara?

Si ese alfa hubiera querido lastimarlo, ¿ya lo habría hecho no? ¿qué lo detenía? No comprendía su relación con Yibo, tampoco había hecho preguntas sobre el percance que habían tenido ambas familias tiempo atrás, la cual fue la causa de la muerte del padre de Song Weilong.

Realmente deseaba saber si todo este conflicto era sólo por su padre o si había algo más.

Pero, tampoco se animaba a preguntar, porque entonces sabía que Yibo evitaría decirle todo eso. Así era él, nunca le decía nada, jamás le comentaba sobre lo que hacía cuando salía, tampoco preguntaba porque no le interesaba saber lo que hacía, ya que Xiao Zhan siempre imaginó que odiaría un poco más a Yibo al enterarse de eso.

¿Alguna vez el Alfa había matado a alguien?

Esa era la pregunta que siempre se hacía, ¿las manos de su Alfa estaban manchadas de sangre? y no sólo eso, sino que también se preguntaba si eran de gente inocente. Aunque a veces le resultaba difícil creerlo, nunca sabría si era así.

𝐂𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀 | ʸⁱᶻʰᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora