28: Aquí estaré

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Su sangre se calentó, el dolor de cabeza seguía presente debido a la ola de recuerdos que venían de la nada. Había caído rendido después de estar unos minutos tratando de salir de ahí, pero Song JiYang y Bowen le impidieron salir. 

Por supuesto, no había forma de que ambos dejaran ir a Yibo. Debido a la adrenalina del momento, el pobre Alfa había terminado por colapsar. Ahora, se encontraba acostado en la cama, tenía fiebre y su cabeza aún dolía. 

No había mucho que pudiera hacer, una vez más tuvo que quedarse en cama. 

Después de dos días, las cosas se calmaron un poco. Yibo se negaba a aceptar todo esto, no había forma de que la marca se hubiera borrado. Y si era así, no iba a ceder. 

Lo peor de todo es que lo tenían vigilado, no lo dejaban ir en busca de Xiao Zhan. Aunque algunas cosas eran confusas todavía, recordaba por completo al omega y las diferentes situaciones en las que estuvieron envueltos. 

Sólo quería ayudarlo, encontrarlo y tenerlo con él. 

Jamás había experimentado el dolor de un lazo roto, porque nunca se había unido con alguien más que con Xiao Zhan. Pero, para un Alfa dominante como él, el lazo roto sentía que le podría el corazón, quemando y escarbando con un dolor infernal de pérdida y desolación. 

Cuando la mañana llegó, se dio cuenta de que era demasiado temprano para que ya todos estuvieran despiertos. No había mucho que pudiera hacer estando en cama, así que, como último recurso, se levantó, se vistió con algo cómodo y salió de la habitación en la que estaba. 

Después de esos días, ya no se sentía igual. 

Por lo tanto, no era de salir y convivir con los demás, pero hoy quería hacerlo. Quería distraer su cabeza de los constantes pensamientos que tenía sobre Xiao Zhan. 

Aunque, ya se hacía una idea, quería creer que tal vez Xiao Zhan seguía vivo, y que por alguna extraña razón, no podía sentir su lazo. Pero, definitivamente nunca creería que Xiao Zhan estaba muerto. 

Era eso, o que alguien más lo haya marcado. 

Si fuese así, realmente no le importaría, le estaría eternamente agradecido a esa persona, mientras Xiao Zhan estuviera vivo. Y es que, a estas alturas, lo único que le interesaba era su omega. 

Cuando salió al patio, los primeros en darse cuenta de que él estaba ahí, fueron JiYang y Bowen, por alguna extraña razón la parejita estaba tratando de cortar leña, mientras que, Yubin parecía preocupado por ayudar a Zhuocheng, y no sólo él, también ese niño que supuso era familia de JiYang y Bowen. 

La imagen que se reflejó ante él le sacó una ligera sonrisa, ver como Yubin tomaba de la mano a su omega, insistiendo en que debía sentarse un rato, tratando de dirigirlo a su asiento, y aquel adolescente insistiendo por lo mismo, ambos tratando de ayudar a Zhuocheng, mientras que el omega rodaba los ojos. 

—¿Te sientes bien?— preguntó JiYang a su lado, el Alfa lo miró y asintió. Dejó que todos siguieran en lo suyo, pues sinceramente no tenía ganas de hacer mucho. 

Se sentó en la parte de afuera, perdiéndose en sus pensamientos, perdiéndose en los recuerdos de su omega, y dedicando todo su instinto para poder encontrar su lazo. Aunque sabía que era imposible. 

—Una vez que terminemos de cortar la leña, prenderemos la chimenea y probablemente cocinemos un poco, ¿les gustaría?— habló JiYang. 

—Sí, pero nada que tenga cebollas, Zhuocheng no las soporta, a estado vomitando cada vez que las ve o las huele. 

—¿Cuándo de supone que deben ir al hospital? Tienen que hacer un viaje largo— Bowen preguntó a Yubin, quien se alzó de hombros cuando lo escuchó. 

𝐂𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀 | ʸⁱᶻʰᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora