Para esa bella sicigia ©

Huit

¿Qué hago, ahora que me di cuenta?

Parece que no puedo hacer más que lamentarme y extrañarte. Porque no me di cuenta antes de lo que sentías y ahora es muy tarde para hacer algo al respecto.

Tampoco puedo reclamarte por elegir tu propia felicidad, sé requiere mucho valor para eso y te admiro por eso.

Solamente deseo que seas feliz. Que entiendas lo magnífico que eres: siempre tan inteligente, hábil, dulce, talentoso, simplemente tú. Que eres perfecto sin importar nada más.

Lamento haberte puesto mi carga, mi dolor, mi desesperada búsqueda por la perfección como si tú no fueras maravilloso ya, como si necesitarás un cambio, uno que por supuesto tú no estarías dispuesto a dar.

Nunca quise pedirte que cambiaras, para mí ya eras perfecto, pero inconscientemente te lo exigía y no me di cuenta de aquello hasta que fue demasiado tarde.

Al fin y al cabo, un trauma no es fácil de sanar.

Deseo reclamarte el no haberme dicho que algo pasaba, el no haberme contado lo mal que te sentías y que también tengas parte de la culpa. Pero tal vez me lo dijiste, y yo hice oídos sordos.

Espero que si algún día llegas a sentirte a gusto contigo mismo, y ese día todavía me amas, podamos estar juntos otra vez. Yo no te dejaré de querer hasta entonces.

Me gustaría que te vieras con mis ojos,
Violet.