Rose no era de las personas que solían destacar entre su grupo de amigas.
Ellas solian ser muy escandalosas, pero ella no, el aura que emitía era tan tranquila que se sentía como una ligera brisa que llega por las mañanas al abrir la ventana de una habitación, tenía un bonito cabello rizado color azabache y su piel canelita como le decía su mamá.
Tampoco se consideraba bella, de ves en cuando hacía chistes o comentarios acerca de su persona, ya sabemos a que va todo eso.
Pero, eso no quería decir que realmente lo era, secretamente había una persona que amaba verla pasar por ahí todos los días.
Oliver no hacía mucho, antes de saber de la existencia de Rose.
Era bastante tranquilo, tampoco hacía mucho, le gustaba escuchar música y perderse con la melodia en sus audífonos.
Su lugar favorito eran las escaleras que llevaban al segundo piso, era el único lugar en donde no lo molestaban ni se fijaban que existía, era todo calma.
No pasó mucho antes de que la calma se acabará.
Todo comenzó ese día tranquilo por la tarde donde se hacía el intercambio de clases, Rose tenía una hora libre ya que uno de los maestros no había podido asistir ese día, así que salió un rato a caminar a los pasillos, sus amigas no tardaron en alcanzarla
- ¿nos extrañaste? - dijo una de ellas mientras le revolvía el cabello, a lo que Rose solo se quito la mano de ella mientras sonreía
- Aveces quisiera poder decirles que no-
suspiro y volvió a caminar junto con sus amigas.De repente, escuchó cómo empezaban a murmurar cosas entre ellas, la que estaba a un lado de Rose le dijo:
-¿Tú sabes quien es ese que está ahí?, se ve muy raro, dicen que es uno de esos que te hacen hechizeria o amarres, bodoo... Esas cosas.-
-¿No crees que ves demasiadas películas?-
Rose solo se limitó a mirarla de reojo no prestándole mucha atención a lo que decía, para después voltear a ver a las escaleras, en efecto, había un chico muy raro ahí sentado escuchando música mientras dibujaba en su libreta. Él volteo a verla también
Fue la primera vez que cruzaron sus miradas, desde ese momento todo fue tan diferente, como si hubieran conectado al instante, Rose podía jurar que el tiempo se detuvo un momento, como si se hubieran visto por horas.
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just... look at me
CasualeRose sentía curiosidad por el chico que siempre se sentaba en las escaleras del segundo piso. -Siempre te observo, ¿por qué no puedes verme también?... ¿No ves que me muero por poder hablarte?...- Es lo único que Oliver pensaba al verla pasar.