Bloqueo su celular y subió su ropa interior y su pijama para después levantarse de la cama y caminar en dirección a su cocina.
¿Que había pasado? Se preguntarán. Pues el joven Buhajeruk había tenido un sueño húmedo con la imagen de su mejor amigo; hasta ahí todo normal, pero el asunto no se detuvo.
El chico despertó alarmado, sudado y con una "pequeña" erección, y cómo todo ser humano normal tenía que saciar su necesidad; el problema era ¿Con que imagen?
Tomo su celular y dentro de el chat que aún mantenía con el apellidado Carrera, busco una imagen de su agrado... Bingo. Una imagen de ambas piernas de el menor, descubiertas.
A Iván siempre le habían gustado las piernas de Rodrigo, el petiso sabía que antes, durante y después de la relación sus piernas eran un atractivo visual para Buhajeruk.
Ustedes se preguntarán ¿Por qué Iván nunca borro ninguna de las fotos enviadas por Rodrigo? Fácil, desde sus dos años de ruptura Iván solo había tenido dos novias, y es más que obvio que el chico necesitaba atención y ¿Que mejor forma que con unas lindas fotos de alguna parte del cuerpo de el pequeño o de el rostro del mismo?
El alto decidió dejar el tema del lado y disponerse a arreglar su apariencia.
Se dio un largo baño tratando de olvidar aquella imagen de el menor.
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Horas después se encontraba en su sala realmente aburrido de estar toda la tarde viendo redes y televisión.
Sonó su celular y con flojera contesto.
─ Hola Ivancito ─ Una muy linda voz se dejó escuchar.
"Ivancito" que lindo apodo.
─ Rodri, en que quedamos ─ Menciono con una voz un poco ronca, voz que erizo la piel de Rodrigo.
─ Perdón ─ Se disculpo. ─ No sé cómo ya no te puede gustar ese apodo. Antes lo amabas ─ Menciono con un poco de desilusión.
Iván suspiro. ─ Carrera ¿Venís a mi casa? ─ Preguntó.
─ Dale, en quince llegó ─ Dijo para después colgar.
