Nuestro Final Está Escrito - La Caída

1. El Final - Parte I

De nuevo había tenido aquella pesadilla que últimamente lo atormentaba, se levantó gracias a la bulliciosa alarma que provenía del celular, se sentó en el borde de su cama entre profundos pensamientos, apago tan horroroso sonido y simplemente se quedó aturdido viendo infinitamente a la nada.

Se preguntaba a si mismo cual era la razón de soñar algo tan fatal, donde él y sus más cercanas amistades morían trágicamente. Pensó seria porque era último año de colegio e inconscientemente sentía miedo al alejarse de sus personas favoritas.

O simplemente estaba al borde del suicidio.

Varios golpes a la puerta de su cuarto despejaron sus pensamientos, su abuela estaba intentando apresurarlo. Sus cuatro paredes que siempre lo encerraban, eran su lugar seguro, pero también se volvió su infierno. Ese mismo año había colocado fotos de sus amistades en las paredes para intentar ocultar el frio blanco que durante años se llenaron de pensamientos negativos.

Junio del 2021 estaba finalizando y era el último día de sus clases, hoy era la gran sesión de graduación donde dejas de ser un estudiante de secundaria y empiezas a buscar tu vida profesional en una universidad, aunque a él no le gustaba la idea de seguir estudiando, tenía que hacerlo. Porque si no, no eras nada en la vida.

Empezó a colocarse su uniforme con desgano, se notaba que odiaba la vida que se le había entregado, no por el dinero o por no tenerlo todo, sino porque siempre sintió que él no era suficiente para la existencia, no era bueno para nada más que imaginar escenarios en su vida que nunca llegarían.

Un dolor constante durante toda su vida recorrió su pecho, a veces era más fuerte, a veces menos, tanto que se había acostumbrado a existir con eso.

Había vivido mucho durante todos estos años de colegio, disfrutó en fiestas, discotecas, alcohol y momentos icónicos con sus amigas, pero en su interior tenía la incertidumbre del futuro, ¿seguirían esos momentos? ¿Se encontrarán cuando ya no tengan que estudiar juntos?

Sabía que se separarían y que cada uno tendría una vida diferente.

Al acabar de ponerse el uniforme conformado por un pantalón de tela color negro al igual que sus zapatos, su camisa blanca y un buso rojo, salió rápidamente de su cuarto que quedaba en el primer piso de su casa, recorrió un pasillo y unas gradas hacia planta baja a desayunar.

—Buenos días, Mayte —saluda con una sonrisa y ojos brillantes a su abuela que a pesar de ser un hijo que decepciona y no era bueno en el colegio, se sentía orgullosa de él.

Estaban tarde, así que apresuraron el paso y mientras su abuela se subía al auto para conducirlo, él desayunaba rápidamente y después se dirigieron al colegio.

—Nos vemos después May —se despidió bajándose del auto, él iba a estar con todos sus compañeros arreglándose con la conocida bata y birrete, en cambio su abuela tenía que ir al gran coliseo con los demás invitados de los estudiantes.

Al llegar a su aula vio a sus demás compañeros y amigas alistándose para la gran hora.

—Maldito uniforme, como lo odio —susurro a sí mismo, observando como todos los hombres vestían lo mismo que él y las mujeres vestían una falda negra con rayas rojas, y el mismo aburrido buso que calentaba los días fríos conjunto a la camisa blanca.

—Por fin llegas pendejo —se le acerca su mejor amiga Carla a entregarle su bata—. Te la guarde hasta que llegues, vístete rápido que eres bien lento.

Carla Marín era una chica muy mal hablada, pero era una mujer increíble. Sus cabellos negros eran lacios y llegaban hasta su espalda baja, siempre tan femenina, siempre tan masculina. Su hermosa tez era un poco más oscura que las demás, pero su piel era como porcelana, no hallabas ninguna imperfección y aparte tenía una fina y pequeña nariz que combinaba muy bien con sus delgadas facciones.