El guardián ( Kaisoo )

El guardián 1

Dentro de la profundidad de una tierra mágica, se encuentra do kyungsoo que a sus 17 años poseía poderes místicos otorgados por la misma tierra, podía hacer crecer cualquier tipo de planta, árbol, u flor tocando el área donde quisiera verle, poniendo su mano y su concentración firme, y en ocasiones cuando lloraba, con sus lágrimas podía hacer que se llenara un río entero, entre muchos otros dotes, pero de todos había uno qué más le gustaba y ese era poder comunicarse con los animales, algo que deseó desde muy pequeño, siempre supo que ellos podían sentir y recordar por eso cuando se aseguraba de darles alimento siempre les pedía que les recordarán cuando fuera necesario,nunca sabía cuándo podría necesitar ayuda de un animal. la tierra le había dado un gran pedazo de la misma con la promesa de que él debería asegurarse de no ocasionarle ningún daño y a quien viera haciéndolo lo castigaría.

Siempre fue cercano a la naturaleza, se aseguraba de no cortar ninguna hoja que no fuese necesaria para comer, cuidaba de los animales y los respetaba, limpiaba de alguna basura sus ríos y por eso fue escogido

Su carácter era por lo más conocido, aunque fuera de una belleza incomparable con esa piel blanca como la nieve, su cabello negro intenso, esos ojos enormes y tupidos de pestañas, sus labios carnosos y rosados, apetecibles para cualquiera que pudiera ver. Poseía un "carácter" extremadamente fuerte ante los demás e incluso era temido por algunos elfos que rodeaban su territorio, pero para los pocos que se habían atrevido a acercarse con amabilidad y respeto el guardián los trataba por igual.

Así es kyungsoo era un guardián de aquel lugar.

Por eso vagaba libremente por aquel gigante terreno, tenía una pequeña casa hecha por el mismo de color perla con su techo color rojo, como era de suponerse su terreno está rodeado de árboles frutales como de bellas flores, gardenias, agapantos, rosales, y montones de margaritas, era común ver grandes cantidades de mariposas a su alrededor, cuando salía a respirar el aroma de las mañanas sus fosas nasales se impregnanaban del aroma que desprendían.

Como cada mañana tenía que salir a dar su rondín, colocaba su chitón blanco sobre su cuerpo (ropa fresca)  y lo sujetaba con un cinturón de cuero, así también se colocaba sus botas color café que le llegaban a sus pantorrillas, finalizó con poner detrás de él su arco y sus flechas, sabía que podía toparse con alguien no deseado y se sabía que él no dudaría en apuntar y soltar.

Se embarcó en su terreno, recorrer todo a veces tomaba días o a veces solo un par de horas dependiendo de cómo se sintiera para emprender largos viajes, esta ocasión era necesario hacerlo puesto que llevaba días posponiéndolo, la comida no era algún problema pues se alimentaba de lo que los árboles le otorgaban.

Bebía agua de los varios ríos que ahí se encontraban, así que realmente viajar no era problema, en cambio llegaba a ser entretenido e incluso divertido para el.

Caminó y caminó, cuando pudo visualizar un árbol de gigantes melocotones corrió hacia el y comenzó a trepar para comerlos.

Una vez qué terminó de devorar aquellos melocotones, limpió sus labios y bajó del árbol solo para encontrarse con un pequeño conejo, kyungsoo tomó un melocotón y se lo dejó justo enfrente del pequeñito

-Gracias - esbozó el conejo

-No hay de qué, están muy deliciosos

-Si deseas probar algo aún más dulce, la tierra a dado fresas, las encontrarás más adelante, justo frente a un pequeño río no lo olvides.

Kyungsoo dió una reverencia y se embarcó de nuevo en su misión