Desde que Woo Dae-sung ingresó a la secundaria Yuil el mundo de Kim Yong-sun cambió de manera drástica. Nunca había amado tanto a alguien como lo hacía con Dae-sung, es más, nunca había amado a alguien.
Tristemente él estaba enamorado de otra chica...
-¡Oye, Yong-sun. Así no se salta! -le gritó uno de sus compañeros.
Si, ella había sido obligada a participar en esa estúpida competencia.
-Quítate el saco y te mostraré como se hace.
-No.
A pesar de que se negó su compañero era tan idiota que seguía insistiendo hasta que empezó a jalar el saco y la tiró al suelo.
-Perdón -tartamudeo.
-¿Estas bien? -le preguntó preocupado Jin-hwan.
-Me duele mucho el pie.
-Vamos te llevare a la enfermería -Jin-hwan intento cargarla pero no tenía fuerza.
-¡Yong-sun! ¡¿estas bien?! -gritó Sol-i corriendo hacia ella junto con Dae-sung.
Lo que me faltaba.
Dae-sung intento cargarla, pero ella se quejo y dijo que mejor caminaba -solamente porque no quería tener contacto con él-. Pero, adivinen, no pudo ni levantarse ya que llegó uno de sus compañeros, la cargo y la llevo a la enfermería.
Ahora el enfermero Lee hacia movimientos en su pie:-¿Cómo te lastimaste?
-Se cayó practicando para el día de campo y se esguinzo el tobillo.
-De hecho, me empujaron.
-Señor Lee, ¿Yong-sun estará bien? -pregunto el chico, en efecto ella no sabía el nombre de sus compañeros.
-Está bastante hinchado. Necesitas ir al hospital para que te pongan una férula.
-¿O sea que debo irme ya?
-Si. Y no podrás competir
Premio doble.
-Busca un reemplazo.
-Ha-yeong, hazlo tú.
-¿En serio?
-Uh-hum.
-Gracias. No te defraudare.
-No te preocupes, Yong-sun. Yo seré tus manos y tus pies, te lavare el cabello, cargare tu mochila, te ayudare a caminar y te ayudare a vestir -el chico tomó su mano.
-Pero -se rió gracias, pero no gracias.
-Yo podre llevarte -habló Dae-sung tímido.
¿Habla sin pensar?
-No, tú sigue llevando a Sol-i, yo seguiré caminando porque estoy acostumbrada -remarcó las últimas dos palabras poniendo incómodos a él y a Sol-i.
-De hecho, podría empeorar si caminas en exceso. Tendrás que tomar el autobús o decirle a alguien para que sea tu transporte.
Verga.
-Parece que ya tienes a alguien -sonrió el señor Lee al ver el cambio de expresión de la chica.
-Así es -le devolvió la sonrisa.
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Había llegado el día de campo confraternal de la escuela secundaria Yuil. Habían banderas de países colgadas, los gritos emotivos de las clases no hacían falta.
La clase siete ganó y todos fueron a celebrar aquello, Jin-hwan jaló a Heon para que fuera con ellos y Heon hizo lo mismo con Yong-sun.
Luego volvieron a su salón, y no, el premio no era de un millón quinientos wons, era de 150000 wons.
-Eres un idiota, Se-hyeong -dijo Yong-sun mirándolo mal.
